ISLABAMAD.- Un tribunal paquistaní condenó a muerte a Parveen Bibi por el asesinato confeso de su hija Zeenat Bibi, quien se casó en secreto, mientras el hermano de la víctima fue sentenciado a cadena perpetua por su complicidad en los hechos.
Esta clase de crímenes, que en el sur de Asia se conoce como crimen de «honor», tuvo una dura condena en una corte antiterrorista, por el uso de kerosene, ante lo cual el abogado defensor Sajid Chaudhry, anunció que apelará ante la corte superior por ambos casos.
La víctima de este asesinato fue Zeenat Bibi, de solo 18 años, quien fue rociada con queroseno y quemada por su madre con la ayuda de un hermano de la joven, en su casa de la ciudad oriental de Lahore, una semana después de que se casara sin el permiso familiar.
Hassan Khan mostró a los medios de su país una imagen de quien fuera su esposa, la joven Zeenat Bibi, quemada viva por su madre y uno de sus hermanos.
La familia pidió a la víctima que regresase a la casa tras fugarse con su marido para celebrar su boda y fue entonces cuando la mataron.
Los llamados «crímenes de honor» son muy habituales en el sur de Asia y suelen implicar un hecho que, a su juicio, contraviene la conservadora moral familiar de las sociedades locales.
En 2015, 923 mujeres fueron víctimas de ese tipo de crímenes en Pakistán, según un informe de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), que advierte que esa cifra esconde una realidad aún mayor que queda fuera de los registros.
El Gobierno paquistaní aprobó el pasado octubre una ley que prohíbe los perdones de los familiares de las víctimas en este tipo de delitos, un agujero legal con el que muchos hombres quedaban libres tras matar a una mujer, en general una hermana o una esposa.
Además, la ley estableció una pena obligatoria de 25 años de prisión para aquellos que cometan estos crímenes y la creación de vías rápidas en los tribunales. (ECHA – Agencias)