SEÚL.- El expansivo escándalo de corrupción que sacude a Corea del Sur ha salpicado al mundo de la cultura con la detención hoy de la ministra del ramo, sospechosa de crear una lista negra destinada a censurar a artistas críticos con el gobierno.
Cho Yoon-sun es la nueva baja política de la bola de nieve en que se ha convertido la trama de la «Rasputina» tras la caída de la presidenta, Park Geun-hye, y cuyas ramificaciones también llegan hasta la cúpula de algunas de las mayores multinacionales del país como Samsung, LG o Hyundai.
Cho, primera ministra en activo en ser detenida de la historia de Corea del Sur, dimitió hoy de su cargo nada más conocer la decisión del Tribunal del Distrito Central de Seúl y antes de pasar a disposición judicial junto a al exjefe de personal de la oficina presidencial Kim Ki-Choon, también artífice de la lista negra.
Cho y Kim habrían elaborado un listado de casi 10.000 artistas críticos con la administración -entre ellos algunos de los cineastas y literatos más reconocidos del país-, con el objetivo de evitar que recibieran subvenciones públicas ni financiación privada y de ponerles bajo vigilancia estatal, según la fiscalía.
Los investigadores les acusan de los delitos de abuso de autoridad y perjurio, y consideran que la existencia del listado «viola gravemente la libertad de pensamiento y expresión de la gente», explicó en rueda de prensa el portavoz de la fiscalía, Lee Kyu-chul.
El caso ha reavivado la cólera de los surcoreanos contra el Ejecutivo de Park por sus reminiscencias con la oscura época que atravesó el país bajo la dictadura de Park Chung-hee (de 1963 a 1979), padre de la presidenta destituida y quien aplicó una férrea censura a la prensa y al mundo de las artes y del entretenimiento.
Entre los señalados están los cineastas internacionalmente laureados Park Chan-wook («Oldboy» o «Thist») y Kim Ki-duk («Spring, Summer, Fall, Winter… And Spring») y escritores de la talla de Han Kang, ganadora del Premio Man Booker 2016 por su novela «The vegetarian», entre otros muchos actores, músicos, dramaturgos o artistas plásticos.
Cho, de 50 años y considerada del núcleo duro de fieles a Park dentro de su partido, fue secretaria presidencial de asuntos políticos y ministra de Igualdad antes de asumir la cartera de Cultura.
Kim, de 78 años, fue por su parte jefe de personal de presidencia entre el 2013 y 2015, cuando se cree que ejerció una enorme influencia en asuntos estatales más allá de su posición, y anteriormente trabajó como oficial de inteligencia durante la dictadura del padre de Park.
La fiscalía había llamado hoy a declarar a Cho por su papel en el caso, pero su abogado anunció en la víspera que ésta no comparecería por estar muy ocupada con su otro procedimiento judicial paralelo donde afronta cargos de coerción y fraude, entre otros.
EFE/Foto: sbs.com.au