BANGKOK.– Human Rights Watch (HRW) denunció hoy una escalada en la represión de las autoridades birmanas contra las críticas de opositores e instó al gobierno del país a tomar medidas para proteger la libertad de expresión.
La organización instó al gobierno liderado por la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi (foto) a rechazar la legislación heredada del anterior gobierno -formado por exgenerales de la última junta militar- que criminaliza las opiniones expresadas de forma pacífica.
Pese a que la nueva administración birmana «incluye a más de 100 ex presos políticos, se ha hecho muy poco para eliminar leyes utilizadas para perseguir opiniones pacíficas», dijo el director para Asia de HRW, Brad Adams, en un comunicado.
«En cambio, durante el primer año de este gobierno ha habido una escalada en contra de la expresión pacífica de opiniones políticas», añadió.
La organización citó, entre otros, los casos de dos directivos del grupo Eleven Media, acusados de difamación tras informar sobre un caso de corrupción que afecta un alto cargo de la Liga Nacional para la Democracia (NLD), el partido de Suu Kyi.
Según HRW, el gobierno ha utilizado de forma «particularmente agresiva» las leyes de difamación, que prevé penas de hasta 3 años de cárcel, con al menos 40 casos en los primeros ocho meses de gobierno frente a los 7 de los dos años anteriores de gobierno promilitar.
«Los birmanos esperaban que un gobierno de la NLD pondría fin a este tipo de represión, no que aumentaría el número de presos políticos», aseguró Adams.
Birmania, desde 2008 llamada República de Myanmar, estuvo gobernada por regímenes militares desde el golpe de Estado del general Ne Win, en 1962, hasta 2011, cuando comenzó un periodo de transición que permitió al movimiento democrático dirigido por Suu Kyi ganar las elecciones y gobernar.
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