WASHINGTON.- Los activistas de Greenpeace se sumaron al descontento de ciudadanos y colectivos contra la política del presidente, Donald Trump, llamando a la resistencia con una pancarta frente a la Casa Blanca.
Para el efecto los ecologistas utilizaron una grúa que está instalada en las inmediaciones y que tiene una altura de 80 metros, colocando la pancarta donde podía leerse una sola palabra: «Resistir» que es visible desde la mansión presidencial.
La acción de los activistas llega horas después de que el nuevo presidente aprobara un decreto por el que reactiva la construcción de dos polémicos oleoductos que, en su momento, fueron paralizados por Barack Obama.
Se trata de dos órdenes ejecutivas para la construcción de dos grandes oleoductos: el Keystone XL, que uniría Canadá con el Golfo de México; y el Dakota Access, que rechazan tribus de nativos estadounidenses.
En total han sido siete los miembros de la organización que han permanecidos colgados durante varias horas para llamar la atención sobre las primeras medidas medioambientales y sociales adoptadas por el nuevo presidente.
Greenpeace ha explicado que la acción de protesta responde a los «ataques de Trump contra el medioambiente, en el ámbito social, económico y de justicia en educación». (ECHA – Agencias)