PARÍS.- La asistente de la líder ultraderechista Marine Le Pen en el Parlamento Europeo no pudo justificar su residencia en Bruselas ante los investigadores comunitarios que tratan de determinar si trabajó para el partido, reveló hoy el semanario francés Le Nouvel Observateur.
La revista, que afirma haber tenido acceso al interrogatorio de Catherine Griset, amiga de Le Pen desde hace 22 años, ante la Oficina Europea Antifraude (Olaf), asegura que en el 2010 firmó un contrato que estipulaba que debía vivir en Bruselas.
Sin embargo, la asistente no pudo mostrar ningún contrato de alquiler ni gastos derivados de una vivienda en Bélgica, como la electricidad o el agua.
En su declaración, Griset aseguró que vivía en casa de unos amigos que tenían una vivienda grande y que, pese a que tenían previsto dejarle una habitación, finalmente dormía en un sofá-cama.
Pero el testimonio de un confidente anónimo indica que la asistente nunca pasó una semana entera en Bruselas.
Otro elemento que barajan los investigadores es que Griset nunca escolarizó a su hija en Bélgica y la mantuvo en el colegio de la región parisina en la que vivía.
La asistente alegó que la niña no quería cambiar de escuela, por lo que la dejó al cargo de su madre y de su novio.
Los investigadores también han comprobado que Griset apenas acudía al Parlamento Europeo, como se desprende del registro de entradas y salidas, algo a lo que ella respondió que lo hacía por el aparcamiento en el mismo vehículo que Le Pen.
Le Nouvel Observateur apunta que eso contraviene las normas de la cámara, que establecen que hay una entrada para los parlamentarios y otra para sus asistentes.
Según los registros oficiales, entre octubre y diciembre del 2014 Griset pasó tres horas en la Eurocámara.
El Parlamento Europeo exige a Le Pen 298,500 euros al considerar que pagó a Griset con dinero de la institución cuando, en realidad, trabajaba para el Frente Nacional en la sede del partido en Nanterre, a las afueras de París.
La misma indemnización le reclaman a otros cinco eurodiputados de la formación ultraderechista, entre ellos al fundador, Jean-Marie Le Pen, por un total de 1.1 millones de euros.
Le Nouvel Observateur publica también declaraciones del abogado de la líder del partido, Marcel Ceccaldi, que asegura que su clienta «no sabe ni siquiera lo que se le reprocha» y nunca ha sido interrogada.
El letrado relata que hay muchos asistentes parlamentarios que trabajan para los partidos: «13 diputados españoles comparten 22 asistentes locales, lo que les permite garantizar sus salarios de permanentes del Partido Socialista».
El semanario matiza que confunde la figura del asistente «local», que trabaja en el país de elección del eurodiputado, con el de «acreditado», que debe estar en Bruselas.
En unas declaraciones al vespertino Le Monde, Le Pen acusó al Parlamento Europeo de haber lanzado «un combate político» contra ella, al tiempo que defendió la honestidad del trabajo de su colaboradora.
EFE/Foto: actuall.com