BUENOS AIRES.- Diego Lagomarsino, quien fuera colaborador informático del fiscal argentino Alberto Nisman y único imputado por su muerte tras prestarle el arma que acabó con su vida, dijo hoy que cree que el procurador «tomó la decisión de dispararse», aunque añadió que desconoce las razones.
«Mi opinión personal es que él tomó la decisión de dispararse, lo que no sé es por qué (…), si fue un suicidio inducido», señaló Lagomarsino en una entrevista en el canal América TV.
Hasta ahora, se desconoce si el fallecimiento de Nisman fue un homicidio, un suicidio, o un suicidio inducido, y por el mismo solo está imputado Lagomarsino, por darle el arma que le mató -que sostiene que el fiscal le pidió para proteger a sus hijas-; así como sus custodios también llegaron a ser acusados de incumplir sus deberes como funcionarios.
«Cuando me pide el arma y trato de convencerlo para no dársela me dice: ‘vos sabes que tus hijas no quieran estar con vos por miedo a que les pase algo», señaló este lunes Lagomarsino, quien aclaró que la relación con Nisman «excedía la de jefe pero era menor que la de un amigo».
«Era un buen jefe, alguien que le tenía confianza. Yo creo que él me tenía más confianza en mí que yo en él. Era mi jefe. Si yo hablo con un amigo puedo hablar de cualquier tema. Alberto hablaba de los temas que él quería. Vos sacabas algún tema y te cortaba en seco», subrayó.
Nisman fue hallado con un tiro en la cabeza el 18 de enero de 2015, en circunstancias que siguen sin esclarecerse, cuatro días después de haber denunciado a la entonces presidenta argentina, Cristina Fernández (2007-2015), por presunto encubrimiento de los sospechosos iraníes de cometer el atentado terrorista contra una mutual judía en 1994, que dejó 85 muertos y también sigue impune.
El fiscal consideraba que un memorándum firmado entre Argentina e Irán, que buscaba oficialmente favorecer la investigación del ataque, pretendía lo contrario: encubrir a los imputados a cambio de favorecer el intercambio comercial con el país persa.
Actualmente nadie cumple condena por el atentado -el peor de la historia argentina-, ni por la muerte del fiscal, ni por el presunto encubrimiento; y la investigación del deceso, dos años después, ha sufrido constantes idas y vueltas judiciales hasta acabar, finalmente, en el fuero federal, el de mayor competencia del país.
«Yo por Alberto siento mucha pena. Cuando me entero de la muerte de él, la mañana del 19 muy temprano, estábamos en la cama mi mujer y yo y nos pusimos a llorar. Y le expliqué lo que había pasado. Le había dado un arma el día anterior», añadió Lagomarsino.
En este sentido, confesó que todo fue «una mezcla de sentimientos», al morirse una persona «a la que vos tenés aprecio y por otro lado vos le diste un arma, haya pasado lo que haya pasado».
En todo este tiempo ha sido muy cuestionada por parte de la familia de Nisman, especialmente por su exesposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado, la labor que pudo cumplir Lagomarsino en el fallecimiento del procurador, y la relación que en verdad tenían.
Además, recientemente se puso en duda si Nisman murió el 18 de enero o un día antes.
«No sé por qué tratan de decir que fue el sábado (…) Quieren armar algo, evidentemente», confesó Lagomarsino, quien afirmó que cree que Arroyo Salgado es una de las personas que buscan involucrarle.
«Que le conviene, porque si no, no tiene nada. Carga sobre mí porque es lo único que hay», matizó el informático, quien aseveró que «no existe ninguna relación» suya «con ningún servicio de inteligencia«.
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