Jaber Al Harmi, redactor jefe del diario catarí Al Sharq Arabic, dimitió tras la publicación, en el suplemento de Salud, de la foto de unas manos que llevan pintado un texto del Kama Sutra que, según los entendidos, reproduce literalmente el retozo sexual de una pareja.
Amira Al Hussaini informó en el portal Global Voices Online, que la fotografía estaba destinada a ilustrar un artículo sobre los peligros potenciales del uso de la tinta en la piel.
En una carta publicada en el diario, Al Harmi presentó excusas por el “error” y ha asumido toda la responsabilidad por publicar imágenes “ofensivas” en un periódico de Catar, país musulmán ultraconservador, lo que ha servido para que la dirección del diario rechazara la dimisión considerando sus 25 años de carrera “intachable”.
En un texto de hace años en la página Paraglider destinado a practicantes de parapente, un tal Dave McClure, residente en Catar, explicaba por qué la menor alusión al sexo plantea problemas en el país: “El país parte del principio de que la pornografía es contraria al Islam y no debe ser autorizada. La posesión de material pornográfico puede entrañar penas rigurosas, incluidas la cárcel y la expulsión. La pornografía se trata aquí de la misma manera que las drogas ilegales, con las mismas consecuencias de tenencia”.