SARAJEVO.- Bosnia-Herzegovina presentó hoy una impugnación ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra un fallo del 2007 de ese tribunal que exime a Serbia de responsabilidad en el genocidio cometido por fuerzas serbobosnias en Srebrenica hace 21 años.
La impugnación fue presentada en La Haya con el apoyo del miembro musulmán de la Presidencia colegiada bosnia, Bakir Izetbegovic, aunque los otros dos miembros, el serbio y el croata, se oponen a la medida.
«Sólo sobre la verdad, por muy dolorosa que sea, podemos edificar mejores relaciones en el país y en los Balcanes», declaró hoy Izetbegovic.
El copresidente serbio, Mladen Ivanic, considera que la impugnación es inconstitucional por no contar con el apoyo de ninguna institución estatal y advirtió que aumentará las tensiones internas en el ya dividido país.
Además, pidió que no se «identifique» a Bosnia-Herzegovina con Izetbegovic.
La CIJ sentenció el 26 de febrero del 2007, tras 14 años de deliberación, que hubo un genocidio en Srebrenica pero eximió de responsabilidad a Serbia, aunque admitió que las autoridades de Belgrado ni previnieron ni castigaron esa matanza de unos 8,000 varones musulmanes.
La matanza de Srebrenica ocurrió tras la conquista del enclave por las tropas serbobosnias bajo el mando del general Ratko Mladic, hoy juzgado por genocidio por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).
Izetbegovic aseguró que la impugnación se basa en nuevas pruebas contra Serbia y dijo que esta medida conlleva riesgos, pero que no se puede renunciar a aclarar la verdad.
La impugnación ha causado protestas entre los dirigentes del ente serbio de Bosnia-Herzegovina, uno de los dos, junto al común de croatas y musulmanes, que forma este país extremadamente descentralizado, lo que es frecuente causa de bloqueo institucional.
El analista croata Boris Pavelic consideró en declaraciones a Efe que «la petición de revisar el fallo es justificado desde el punto de vista moral, pero desde el político es contraproducente ya que su mero anuncio causa un bloqueo de las instituciones estatales».
El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, criticó ayer el anuncio de la impugnación al indicar que «devuelve las relaciones (entre los países) 22 años atrás».
«Muchos viven en el pasado e intentan vivir del pasado, y tienen una mirada reducida hacia el futuro», según Vucic, que se mostró convencido de que la acusación contra Serbia no podrá prosperar.
EFE/Foto: abc.es