SANTIAGO DE CHILE.- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, describió hoy al líder sindical Tucapel Jiménez como «un hombre íntegro y consecuente», durante una ceremonia de conmemoración de los 35 años de su muerte, a manos de agentes de la dictadura de Augusto Pinochet.
«A 35 años de su asesinato todavía nos duele y nos conmueve (…), Tucapel aún tiene lecciones que entregarnos. Él comprendió que solo la unidad más amplia era necesaria para lograr la conquista de los pobladores, trabajadores y estudiantes», señaló emocionada la mandataria.
Jiménez, expresidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, fue secuestrado, degollado y rematado a balazos por agentes de la Dirección de Inteligencia del Ejército, uno de los aparatos represores del régimen militar (1973-1990), el 25 de febrero de 1982 en un camino rural cercano al aeropuerto internacional de Santiago.
Para encubrir el asesinato, la Central Nacional de Informaciones secuestró a un carpintero sin vinculaciones políticas y lo obligó a escribir una carta en la que se hacía responsable del crimen del sindicalista. Después lo mataron e hicieron pasar el crimen como un suicidio.
Bachelet recordó la historia de ese asesinato como un hito que «nos costó muchos años y mucho dolor, que esta verdad se volviera evidente para nuestro compatriotas».
Por su parte, el juez Sergio Muñoz condenó en el 2004 a siete agentes de la dictadura por la muerte de Jiménez y el carpintero.
Además, la jefa de Estado aprovechó para recalcar el legado del dirigente: «la unidad para los que buscan la justicia social y la lealtad de los representantes con sus representados», e hizo un llamado a los asistentes a abrazar los ideales de Jiménez.
Entre los participantes se encontraban ministros del Gobierno y los presidentes de los partidos políticos que conforman la coalición gobernante de la Nueva Mayoría y el diputado Tucapel Jiménez, hijo del asesinado dirigente.