La enseñanza de principios y derechos sobre sexualidad en las escuelas de Perú ha abierto un intenso debate en las últimas semanas entre los ciudadanos que defienden la igualdad de género y los que consideran que, en realidad, se busca imponer una «ideología de género».
El tema salió a la palestra a fines del año pasado, cuando grupos civiles, vinculados en su mayoría a iglesias evangélicas, crearon un movimiento denominado «Con mis hijos no te metas», para denunciar un supuesto intento de introducir en el currículo nacional escolar lo que denominan «ideología de género».
Según indica este grupo, lo que busca el currículo es enseñar que no se nace hombre o mujer, sino que el género es una «construcción social», lo que a su juicio es una aberración.
Con mucha actividad en redes sociales, miembros del movimiento incluso han acusado al régimen del presidente Pedro Pablo Kuczynski de en realidad querer «pervertir» a los escolares e incentivar la homosexualidad.
El pasado sábado miles de personas marcharon en distintas ciudades del país en rechazo al currículo escolar y para exigir cambios en los puntos que mencionan al género.
La arremetida de este movimiento ha sido tan intensa que llevó al Ministerio de Educación a iniciar una campaña de información para negar la existencia de la «ideología de género» y defender que la intención es incentivar la «igualdad de género».
Tras la marcha opositora de la semana pasada, la ministra de Educación, Marilú Martens, pidió a los padres de familia que revisen los contenidos del currículo escolar, donde, según dijo, lo que se plantea es una «igualdad de oportunidad de derechos y deberes».
El Ministerio de Educación sostiene que la incorporación de este enfoque busca «formar ciudadanos respetuosos y tolerantes, garantizando igualdad de oportunidades, derechos y deberes.»
Mientras que otro sector, también numeroso, de la sociedad, defiende la postura de las autoridades de Educación, los opositores se mantienen impermeables a las explicaciones e insisten en que hay una intención de destruir el concepto tradicional de familia.
Ante esto, el analista Juan de la Puente ha ido más allá, al asegurar que la marcha de «Con mis hijos no te metas» en realidad «ha dado lugar al nacimiento de un movimiento social conservador de cara a la política, liderado por algunas de las grandes iglesias urbanas evangélicas»
«Este movimiento proclama en pleno siglo XXI ideas que a muchos nos parece la afirmación de que la tierra es plana, una referencia surrealista respecto de la identidad», señaló De la Puente en una columna publicada el viernes en el diario La República.
El analista remarcó, sin embargo, que la fuerza social de este movimiento «no es desdeñable» y recordó que su presencia fue decisiva para que el año pasado la candidata presidencial Keiko Fujimori cambiara su apoyo inicial a un proyecto de Unión Civil entre personas del mismo sexo.
Un investigación del portal periodístico Ojo Público reveló la semana pasada que los promotores de la campaña «Con mis hijos no te metas» son los líderes de las iglesias evangélicas en el país, entre los que se encuentran varios congresistas, algunos de ellos del grupo parlamentario fujimorista.
La polémica fue más allá cuando se conoció que, en una prédica, el pastor Rodolfo González, del Movimiento Misionero Mundial (MMM), afirmó que el nuevo currículo escolar es una obra satánica y que «el Gobierno sí tiene la autoridad para matar» a los homosexuales, los adúlteros, los corruptos y los ateos.
Ante la difusión de este audio, la Fiscalía anunció el inicio de una investigación contra González por presunta instigación al delito de homicidio, pero este se defendió asegurando que solo había citado un pasaje de la Biblia.
Con la polémica aún vigente, el Ministerio de Educación anunció el jueves una serie de precisiones en el currículo escolar, que incluyen un glosario con los términos empleados, con el fin de «aclarar el contenido y evitar tergiversaciones».
Sin embargo, muchos de los seguidores en Facebook de «Con mis hijos no te metas» afirman que «no se ha cambiado nada» y piden a sus líderes que convoquen a una nueva marcha de protesta. EFE