Saglana tiene apenas cuatro años y ya es una heroína en Siberia. Caminó varios kilómetros por el gélido desierto helado de Siberia plagado de lobos para poder ayudar a su abuela enferma. Su madre se enfrenta a pena de cárcel por desatender a la niña.
La pequeña Saglana Salchak vivía con sus abuelos en una remota y aislada granja cerca de la frontera con Mongolia. Una mañana de hace un mes, al despertar, comprobó que su abuela no se movía. Y como el abuelo no podía ayudar porque es ciego, la niña, de cuatro años, decidió caminar varios kilómetros hasta la siguiente aldea en busca de ayuda, recoge The Guardian.
Emprendió un camino gélido y difícil con temperaturas de -34 grados con unas cerillas por si tuviera que hacer fuego como único equipaje. Tuvo suerte y no se encontró con ninguno de los lobos que en alguna ocasión habían atacado a sus abuelos. Y es que la región está “llena” de estos animales, explicó Semyon Rubstov, jefe del grupo de búsqueda.
Después de caminar unos ocho kilómetros, unos vecinos la localizaron y llamaron a los servicios médicos que constataron que la niña se encontraba bien de salud. Sin embargo, cuando llegaron a casa de Saglana comprobaron que la abuela de la pequeña había fallecido de un ataque al corazón. El esfuerzo había sido en vano.
La niña explicó a los medios locales que, por increíble que parezca, no pasó miedo durante el viaje. Aunque sí que pasó hambre.
Ahora la pequeña heroína acaba de cumplir cinco años y vive en un centro social. Su madre, Eleonora, y su padrastro viven lejos criando una manada de caballos. Se ha abierto una investigación contra Eleonora, que podría ser condenada a un año de prisión por haber puesto en peligro a la pequeña ya que era conocedora de que los abuelos no tenían “capacidad de tomar medidas para garantizar la seguridad de la niña”.
www.lavanguardia.com/ Foto Siberian Time.