WASHINGTON/EEUU.- El secretario de Interior, Ryan Zinke, admitió este miércoles que el “gran muro hermoso” que el presidente Donald Trump prometió erigir en la frontera con México enfrenta grandes problemas geográficos y físicos.
En conferencia telefónica explicó que la construcción del muro es «compleja en algunas zonas», entre ellas el parque nacional Big Bend y el río Bravo, que constituye buena parte de la frontera de 3,200 kilómetros (2,000 millas).
Paralelamente el gobierno federal extendió el plazo para que las empresas pujen por los primeros contratos para el muro.
El secretario de Interior de EEUU, Ryan Zinke, confirmó la existencia de grandes dificultades físicas y geográficas para construir el muro fronterizo con México.
La agencia de Aduanas y Protección Fronteriza informó que el aplazamiento de seis días hasta el 4 de abril dará tiempo a responder a las decenas de preguntas que presentaron los licitadores antes del vencimiento original del miércoles al mediodía.
A principios de mes, la agencia solicitó propuestas para un muro de 9 metros (30 pies) de altura y estéticamente agradable visto desde el norte.
Según la senadora demócrata Claire McCaskill, el gobierno informó a sus colaboradores que el presupuesto del año próximo solicitará 2,600 millones de dólares para construir menos de 120 kilómetros (75 millas) de muro.
A lo largo de la campaña, Trump prometió a sus seguidores que construirá el muro y obligará a México a pagarlo.
Las declaraciones de Zinke y el proyecto de presupuesto que incluye miles de millones de dólares de los contribuyentes para el proyecto son una señal de que la realidad se impone y que el presidente posiblemente se vea obligado apartarse de su plan original.
El Departamento de Seguridad Nacional es responsable del muro, pero Zinke, cuyo departamento equivale al de recursos naturales en otros países, dijo que Interior cumplirá una función de apoyo crucial.
«Al fin y al cabo, lo que importa es la seguridad de Estados Unidos y asegurarnos de que tenemos una frontera», dijo Zinke. «Sin frontera no puede existir una nación».
El funcionario dijo en la víspera al grupo que representa a los rancheros que Estados Unidos no «cederá» el río Bravo a México al alzar el muro del lado estadounidense ni tampoco lo construirá «en medio del río».
Zinke dijo que en algunas zonas se pueden instalar artefactos electrónicos de vigilancia, mientras que en otros las imponentes formaciones naturales no requieren el refuerzo de un muro. (ECHA – Agencias)