WASHINGTON/EEUU.- Tras la inserción de 96 electrodos en el cerebro, del tamaño de una aspirina, Bill Kochevar, tetrapléjico desde hace 8 años, logró recuperar la movilidad motora al extremo de agarrar una taza y acercársela a la boca.
“Es mejor de lo que pensé», afirmó emocionado el paciente, de 56 años, quien quedó tetrapléjico a causa de un accidente de bicicleta y ahora es capaz de mover el brazo y la mano del lado derecho gracias a una nueva tecnología, en fase experimental.
Los electrodos permiten a su cerebro enviar señales con la ayuda de un ordenador para lo cual se ha requerido de un implante en el cerebro y el brazo.
Gracias a esta técnica, aunque con movimientos lentos, Bill ha conseguido agarrar una taza, llevársela a los labios y beber a través de una pajita, algo que no había podido hacer desde hace ocho años.
También ha logrado rascarse la nariz con una esponja atravesada por un mango y comer una cucharada de puré de patatas de un bol.
Actualmente es es el centro de una investigación liderada por la Universidad Case Western Reserve y el Centro Médico del Hospital Universitario de Cleveland y cuyos resultados se publican este en la revista The Lancet.
«Esto abre camino para la comunidad que investiga las lesiones de la médula espinal. Es un paso importante hacia la restauración de una cierta independencia», subraya Bob Kirsch, presidente del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Case Western Reserve y autor principal de la investigación. (ECHA- Agencias)