WASHINGTON/EEUU.- El secretario de Estado, Rex Tillerson, y la enviada de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, señalaron que la suerte del gobernante sirio, Bashar al Assad depende de su pueblo, dejando de lado la política de Obama, que puso la salida como «condición» para las negociaciones.
Se trata de la primera definición oficial en menos de tres sobre la situación en Medio Oriente y puntualmente sobre Siria, que acaba de cumplir su sexto año de guerra civil cuyo régimen es apoyado por Rusia y duramente cuestionado por la OTAN y la Unión Europea.
Este jueves, desde Turquía, el secretario de Estado, Rex Tillerson, se concentró fundamentalmente en la situación en Siria, un día después de que el gobierno turco anunciara el final de la operación Escudo del Éufrates, lanzada en el país vecino en guerra en agosto pasado.
«A largo plazo, la suerte del presidente Al Assad será decidida por el pueblo sirio», declaró Tillerson en una rueda de prensa conjunta con su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu.
De otro lado, la embajadora estadounidense ante la ONU afirmó, también este jueves, que la prioridad de su gobierno ya no es sacar del poder al presidente Bashar al Assad, sino encontrar vías para poner fin a la guerra civil siria.
«Escogemos nuestras batallas», afirmó Nikki Haley a la prensa. «Y cuando vemos esto (la situación en Siria), se trata de cambiar las prioridades y nuestra prioridad ya no es enfocarnos en sacar a Al Assad».
La diplomática, que en abril asumirá la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad de la ONU, reiteró que su gobierno presionará para encontrar una solución política.
«Nuestra prioridad es realmente ver cómo hacer bien las cosas (y) con quién tenemos que trabajar para realmente ayudar al pueblo de Siria», explicó. (ECHA – Agencias)