Durante los últimos días varios portales de noticias estuvieron alertando sobre versiones inapropiadas de videos “infantiles” que están disponibles en YouTube. Se trata de parodias con tinte pornográfico y/o violento de personajes y series populares entre los más chicos como Peppa Pig, Dora la Exploradora, Bob Esponja, Plaza Sésamo o Frozen, entre otros. Si bien no se corre el riesgo de una infección con códigos maliciosos o el robo de información, hay posibilidad de que los niños accedan a esos videos inapropiados.
A continuación, el equipo de ESET Latinoamérica, compañía líder en detección proactiva de amenazas, nos explica consejos útiles para evitar que los más chicos se topen con videos inapropiados:
- Usar aplicaciones de control parental
Estas herramientas permiten que los padres conozcan y limiten el tipo de contenido web que un menor puede ver en la computadora o dispositivo móvil; se puede restringir la instalación de aplicaciones descargadas de Internet, configurar el uso de cierto tipo de programas, establecer roles de usuario con permisos distintos, bloquear ciertos sitios y registrar la actividad de un determinado usuario.
- Usar YouTube Kids
El año pasado se presentó YouTube Kids, una aplicación gratuita de Google pensada para que los más
Pequeños puedan descubrir videos, canales y listas de reproducción apropiados para su edad. Funciona de manera muy similar a YouTube, con la diferencia de que antes del primer uso los padres deben configurarla para personalizar el contenido que se mostrará. Por ejemplo, se puede desactivar la posibilidad de que los niños hagan búsquedas desde su perfil, o configurar un reloj temporizador estableciendo el tiempo máximo que pueden pasar utilizando la aplicación. Además, en YouTube se puede habilitar el “modo restringido”, que permite filtrar el contenido potencialmente inadecuado en diferentes dispositivos
- No dejar a los niños solo con el dispositivo
En caso de que haya una computadora de uso compartido, es importante que esté en un lugar común donde los adultos puedan acceder para ver qué está pasando y supervisar los tiempos de conexión. Si bien es más difícil monitorear el uso de Internet cuando los chicos tienen su propio dispositivo móvil y lo usan en privado, el deber de los adultos responsables es acompañarlos en cada momento de su experiencia online. Si esto no es posible, se debería al menos verificar con cierta periodicidad qué sucede cuando están solos utilizando Internet.
Texto: WSV
Foto: Difusión
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