GUATEMALA.- La Fundación Rigoberta Menchú Tum afirmó hoy que el bombardeo de Estados Unidos en Siria constituye «una grave violación al derecho internacional», con lo que se pone en «peligro la seguridad y la paz internacional».
En un comunicado, la entidad, de la premio Nobel de la Paz 1992 y dirigente indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, dijo que estos hechos, en los que murieron «decenas de niños» y población civil, demuestran «el odio, la saña y la violencia contra el pueblo sirio, quien defiende su patrimonio natural como el gas y el petróleo».
El pasado jueves, Estados Unidos bombardeó una base militar en Siria como represalia al supuesto uso de armas químicas por parte del Gobierno de Bachar al Asad.
Las fuerzas militares estadounidenses lanzaron decenas de misiles de crucero contra la base desde donde creen que se lanzó el ataque químico en la ciudad de Homs del pasado martes, en el que murieron más de 80 personas.
«Ningún tipo de violencia ni guerra constituye el medio más eficaz para la resolución de conflictos políticos o la instauración de la paz en cualquier parte de nuestro planeta, como se ha querido justificar por parte de potencias mundiales al bombardear pueblos enteros para someterlos a sus intereses económicos y políticos», agregó.
Es por ello que dijo que los recientes ataques a Siria perpetrados por el Gobierno de EEUU constituyen «una grave violación al derecho internacional, con lo cual se pone en peligro la seguridad y la paz internacional».
«El ataque a Siria por parte de los Estados Unidos constituye una violación al derecho internacional y el irrespeto al multilateralismo que resguarda y defiende el artículo 24 de la Carta de las Naciones Unidas emitida en 1945″, añade, aunque apunta que los 70 Estados miembros de la ONU crearon «un orden jurídico» para que estos hechos, de los países más poderosos hacia los más débiles, queden impunes.
La fundación hace un llamamiento a todos los miembros de las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad a «asumir con responsabilidad y condenar los recientes ataques de los Estados Unidos contra el pueblo sirio», además de «garantizar la seguridad y la paz mundial».
La nota, que concluye con la frase «¡La Paz no puede edificarse sobre la base de la guerra!», condena «la carrera armamentística» y pide poner fin a «la proliferación de guerras» a través del control y la prohibición hasta que se consiga «la completa eliminación de las armas nucleares, químicas y bacteriológicas que ponen en riesgo la paz mundial y la vida humana en el planeta».