WASHINGTON.- En vuelo de rutina un caza F-18 cayó al mar en momentos que retornaba al portaaviones nuclear Carl Vinson, que se dirige a la península coreana, salvándose el piloto al lograr eyectarse y ser rescatado por un helicóptero.
El avión caza estaba aproximándose al portaaviones, cuando se produjo un desperfecto mecánico que el piloto, pese a sus esfuerzos, no pudo superar por lo que que se venía a pique y se eyectó a tiempo.
Momentos después un helicóptero lo rescató del mar y lo trasladó hasta el buque, donde fue atendido por personal médico, aunque no presentaba lesiones. Los técnicos están investigando las causas del incidente.
Un avión caza F-18 de regreso al portaaviones Carl Vinson en maniobra similar al que realizaba el aparato que se precipitó al mar por desperfectos mecánicos.
El portaaviones USS Carl Vinson se ubicó al centro de la escena internacional en los últimos días, luego de que el jefe del Comando del Pacífico ordenara su traslado a aguas cercanas a Corea del Norte. La decisión buscó dar una muestra de fuerza ante las provocaciones del régimen de Kim Jong-un.
El portaaviones, que está bajo el control de la Tercera Flota (Pacífico Oriental), suspendió una visita prevista a Australia para ir a la península, donde ya había estado hace un mes para participar en maniobras militares anuales con Corea del Sur.
El cambio de rumbo se dio justo después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, se reuniera en Florida con su homólogo chino, Xi Jinping, y ambos discutieran la necesidad de evitar nuevas provocaciones de Pyongyang, aliado de Pekín.
El buque tiene capacidad para unas 85 aeronaves y 3.200 tripulantes. Comenzó a construirse el 11 de octubre de 1975 y fue botado al agua el 15 de marzo de 1980. Fue el último destino del cuerpo del terrorista Osama Bin Laden, antes de ser lanzado al mar, tras ser abatido por fuerzas estadounidenses el 2 de mayo de 2011 en Pakistán. (ECHA- Agencias)