El presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, celebró hoy su victoria ante sus seguidores y subrayó que lo conseguido desde que lanzó su movimiento político, hace poco más de un año, «no tiene precedente ni equivalente».
«Lo que hemos hecho desde hace tantos meses no tiene precedente ni equivalente. Todo el mundo decía que era imposible. ¡Porque no conocían Francia!», subrayó Macron en la Explanada del Louvre, en un discurso cargado de emotividad ante decenas de miles de personas.
El joven político socioliberal, de 39 años, insistió en que la tarea que queda por delante es «inmensa», y pidió a los que han votado por él que vuelvan a respaldar en las legislativas de junio a su plataforma política para «construir una mayoría (de gobierno) verdadera, fuerte, una mayoría del cambio al que el país aspira».
«Esta mayoría de cambio es lo que espero de vosotros en seis semanas, porque os sigo necesitando», señaló.
Macron, que rindió homenaje a sus «compañeros de ruta», a su «familia» y a sus «allegados», advirtió de que lo que vendrá ahora «no será todos los días fácil, la tarea será dura».
Prometió a su auditorio que les dirá la verdad, que les protegerá y que su objetivo es unir y reconciliar.
Macron llegó al escenario levantado ante el Louvre en una secuencia de una escenografía muy cuidada, bajo los acordes de la Oda de la Alegría, himno oficial de la Unión Europea, basado en la Novena Sinfonía de Beethoven.
Allí recordó que el Louvre «recorre nuestra historia, del Antiguo Régimen a la liberación de París» de la ocupación nazi, y dijo que esta noche «Europa y el mundo nos mira» porque «esperan que defendamos en todas partes el espíritu de la Ilustración (…) Esperan que seamos nosotros mismos».
El presidente electo reconoció que una parte de los que le dieron su apoyo hoy lo hicieron pese a no estar de acuerdo con sus ideas, «sólo por la República, contra el extremismo». Su mensaje para ellos fue: «Protegeré la República».
Igualmente se refirió a los que sufragaron por su rival Le Pen, que «han manifestado enfado, desconcierto, a veces convicciones».
A ellos les dijo que hará todo lo posible para que dentro de cinco años «no tengan ninguna razón para votar al extremismo».
Macron gana con el 66,06 % de los votos
El candidato socioliberal Emmanuel Macron obtuvo la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas con el 66,06 de los votos, frente al 33,94 recabado por su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, con el 100 % de las papeletas escrutadas.
El Ministerio del Interior detalló en su página web que el exministro de Economía recibió el apoyo de 20,7 millones de electores, mientras que la líder del Frente Nacional (FN) fue respaldada por el 10,6 %.
Macron logró sus mejores resultados en París, con un porcentaje cercano al 90 %, y en los departamentos circundantes de Hauts-de-Seine y Val-de-Marne, en los que en ambos casos superó el 80 %.
Los más partidarios de la líder ultraderechista fueron los electores de Aisne y de Pas-de-Calais, ambos en el norte de Francia y con porcentajes superiores al 52 %.
La Explanada del Louvre estalla de júbilo con la victoria de Macron
La Explanada del Louvre estalló hoy en un grito colectivo de júbilo cuando la imagen de Emmanuel Macron apareció en las pantallas gigantes instaladas a ambos lados de la emblemática Pirámide, antes incluso de conocer el porcentaje que confirmaba como nuevo presidente de Francia al socioliberal.
La victoria, que en la plaza en la que sus militantes siguieron la velada muchos daban como segura, fue sobre todo bien recibida entre los que temían que la ultraderechista Marine Le Pen superase el umbral del 40 % de los sufragios -se quedó en torno al 35 % según las primeras estimaciones-.
Es el caso de Muriel y Patrick Turin, que instantes después de la emisión de las primeras cifras se declararon «aliviados» y «extremadamente contentos» de la «amplia victoria» del líder del movimiento En Marcha.
«Nos imaginábamos que iba a ganar, pero el número de votos demuestra que la gente ha votado contra Le Pen», explicó Muriel antes de abandonar la Explanada, acompañada de su marido, para «ir a dar una vuelta por París» y comprobar el ambiente de la capital.
Entre las cualidades que les habían llevado a elegir al exministro de Economía, de 39 años, la pareja citó su juventud, pero también su «capacidad para traer una renovación política».
Equipados en su mayor parte de banderas francesas, pero también europeas, los «macronistas» celebraron el resultado con gritos de «Macron presidente» y «hemos ganado».
Pero entre las expresiones de júbilo hay quien prefirió mantener la cabeza fría, como Journo Jene, para el que ahora «Macron debe ser un buen presidente y llevar un verdadero cambio a la política francesa».
De lo contrario, «Le Pen podría llegar con fuerza a las elecciones presidenciales de 2022», aseguró este joven de 24 años que en la primera vuelta de las elecciones el pasado 23 de abril votó al conservador François Fillon, aunque Macron era «claramente» su segunda opción.
Más contundente fue Vincent Vuillermoz, todavía vestido con su uniforme de bombero porque «había venido directamente del trabajo» para vivir un «momento histórico».
El porcentaje de votos obtenido por Macron supone «una gran derrota para Le Pen», juzgó Vuillermoz, que votó al futuro presidente de la República «porque ya era hora de poner a alguien joven a los mandos del gobierno».
«Va a traer una gran renovación a la escena política», aseguró sonriente.
Esa misma promesa fue lanzada por el presidente electo en su primer discurso público tras el cierre de las urnas, en el que apuntó que «una nueva página» de la «larga historia» del país se abre este domingo.
Más allá de la euforia de los que le habían votado por convicción, muchos de los presentes en la céntrica explanada expresaron su alivio por el resultado de la líder del Frente Nacional, considerado «malo».
«Con unos resultados así, no creo que consigan mucho durante las elecciones legislativas» del próximo junio, aseveró Benjamin Poueymidou.
Francés de origen africano y residente en Lille, norte de Francia, este hombre de 40 años viajó a París por la tarde para disfrutar de una victoria que anticipaba como «segura».
Llegó «después de haber votado por la mañana, obviamente», explicó, antes de abrazar a un desconocido que tenía al lado. EFE