MADRID/España.- Tras pedir perdón por sus crímenes y purgar 23 años de prisión, Idoia López Riaño (a) “La Tigresa”, tristemente famosa por ser una de las ejecutoras de la desactivada organización vasca, ETA, saldrá en libertad.
«La Tigresa» nació en San Sebastián e ingresó a la organización terrorista vasca ETA en 1984 y con el paso de los años, de acuerdo a la policía, se convirtió en uno de los brazos ejecutores más temibles de la organización.
A mediados de esa década, Idoia López Riaño integró uno de los comandos más sangrientos de la historia de ETA, el comando Madrid, en el que figuraban otros conocidos terroristas, como De Juana Chaos, Soares Gamboa, Antonio Troitiño o Inés del Río.
Su escuadrón perpetró algunos de los atentados más cruentos de la organización, como el de la calle de Juan Bravo o el de la plaza de la República Dominicana, que acabaron con la vida de cinco y 12 guardias civiles, respectivamente. Según informa El País, «La Tigresa» tiene una cuenta particular, en la que figuran los asesinatos de un empresario, un marinero, tres militares y un policía.
También fue condenada por integrar el denominado comando Ekaitz entre 1991 y 1992 al que se le atribuyen acciones terroristas en Zaragoza, Tarragona, Barcelona, Alicante, Valencia y Murcia.
Sin embargo, luego de 23 años en prisión, la Justicia le otorgará la libertad el 13 de junio , luego de “pedir perdón y cumplir todas las condenas” informó la Audiencia Nacional de España.
«La Tigresa» cumplió un año por cada asesinato y, gracias al buen comportamiento y a los descuentos de condena establecidos por la ley logrará la libertad, amparada en la «Vía Nanclares» de reinserción de presos terroristas al que se acogieron cerca de una treintena de etarras.
La terrorista fue expulsada de la banda por pedir perdón a las víctimas y ese arrepentimiento le permitió en 2016 el beneficio de las salidas transitorias.
«Las muertes de este comando me duelen en lo más profundo del alma y aún más por no haber podido hacer nada por evitarlas. Yo tan sólo tenía 20 años y aun así me jugué la vida en ese intento. Me costó siete años de mi vida en Argelia y que se me condenara a una pena terrible», confesó López Riaño en un texto remitido al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria el año pasado.(ECHA – Agencias)
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