GINEBRA.- La 70 Asamblea Mundial de la Salud confirmó hoy la exclusión de Taiwán como observador en esta reunión anual, en la que había podido participar en los últimos ocho años gracias a un arreglo al que había llegado con China, que considera más hostil al gobierno que asumió hace un año el poder en la isla.
Un grupo de diez países que mantienen lazos diplomáticos formales con Taiwán hicieron hoy un último intento por revertir esa decisión y pidieron antes del inicio de la Asamblea incorporar esta discusión como un punto adicional de la agenda.
El tema fue abordado a través de las intervenciones de cuatro países, dos de los cuales estaban a favor de la participación de Taiwán y dos en contra, tras las cuales la Asamblea adoptó, sin mayor discusión, que el tema quedaba zanjado en detrimento de Taipei.
Primera en dirigirse a la Asamblea, la delegación de China sostuvo que Taiwán es parte de su país, que así está reconocido en el derecho internacional y que las discusiones a este respecto constituyen «un asunto interno».
Explicó que si Taiwán pudo participar en el pasado en la Asamblea de la OMS fue gracias a que se «encontró una solución especial» y basada en el «principio fundamental de una sola China», el que parece ser cuestionado últimamente por el gobierno taiwanés.
Cuba apoyó esa posición señalando que «China es el único representante de todo el pueblo chino» y que proceder de otra manera es apartarse de decisiones de la Asamblea General de la ONU y de la propia OMS.
A favor de Taiwán hablaron las delegaciones de San Vicente y las Granadinas, y la de Palaos.
La primera protestó por la decisión de excluir «a 23 millones de personas (la población de Taiwán) de las deliberaciones sobre los principales temas de salud global«, al tiempo que sostuvo que «la noción de una sola China es una ficción y debe ser rechazada».
Por su parte, la delegación de Palaos dijo que «Taiwán cuenta con uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo» y que se le debe seguir permitiendo compartir este éxito con el resto del mundo.
La Asamblea, sin embargo, decidió no tener en cuenta estos argumentos y mantener la decisión de su directora general, Margaret Chan, de no invitar a Taiwán en vista de la oposición de China.
Pese a ello, Taiwán insistió en enviar a Ginebra una delegación compuesta por un centenar de personas y presidida por su ministro de Salud y Bienestar, Chen Shih-chung.
EFE/Foto: paho.org