BARCELONA/España.- Entre 2029 y 2045 los humanos serán «superlongevos y superinteligentes» gracias a la «singularidad tecnológica«, una corriente basada en los avances que producirá la inteligencia artificial, aseguró hoy el profesor de la Singularity University José Luis Cordeiro.
Según este experto, que estudió en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), hacia 2045 la muerte incluso podría llegar a ser «opcional», y subrayó que el desarrollo científico actual «no es lineal, sino exponencial» y esto hará que la tecnología de los próximos años parezca «magia».
Cordeiro participó en la conferencia «Tecnologías que alargan la vida», organizada por Eurecat, centro tecnológico de Cataluña, y la Singularity University, iniciativa educativa creada por Google, la NASA y tecnólogos de Silicon Valley (EEUU), dedicada a la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
El profesor e ingeniero se mostró confiado en que en 30 años será «más joven» de lo que es ahora, en lugar de más viejo, y afirmó que en pocas décadas los ciudadanos podrían llegar a asistir a «la muerte de la muerte», aunque reconoció que durante los próximos 20 años «seguiremos muriendo y con dolor».
Por ello, apostó por lo que él ve como «la única solución», pese a no estar comprobada su eficacia: la criogenización, consistente en mantener un cuerpo a bajísimas temperaturas con la esperanza de ser reanimado cuando la ciencia lo permita.
«Vamos a controlar el proceso del envejecimiento», afirmó Cordeiro, quien puso como ejemplo los avances científicos que alargan la vida de los ratones hasta tres veces, la de los mosquitos cuatro y la de los gusanos, seis, aunque reconoció que el reto será «democratizar» la tecnología.
El profesor también aseguró que la tecnología genética se podría utilizar para «diseñar a nuestros hijos» antes de que nazcan, algo que se podrá hacer «en un minuto y por 10 dólares en 2025».
Cordeiro aseguró que «estamos viviendo la mejor era de la humanidad» y que en los próximos años se lograrán más avances médicos que en los últimos dos milenios, por lo que tecnologías como la radioterapia podrían desaparecer en los próximos diez años.
Por su parte, el cofundador de SENS, una fundación que investiga las terapias médicas regenerativas, Aubrey de Grey, afirmó que la lucha por la longevidad no trata de «mantener a las personas vivas el máximo tiempo posible» pero en malas condiciones, sino que busca acabar con las enfermedades que les afectan.
Por eso, definió la longevidad como «un efecto colateral» de la investigación médica, pero en ningún caso un «objetivo» en sí mismo.
De Grey apuntó que el cáncer es la patología más compleja de curar e indicó que, pese a que ya se conoce cómo reparar el daño de la mayoría de enfermedades, aún no se puede hacer porque no se dispone de las herramientas adecuadas.
El cofundador de SENS reconoció que la tecnología hará que la población crezca notablemente, pero negó que «emigrar» al espacio sea una buena opción porque solo retrasará el problema «unos pocos siglos», y por ello urgió a repensar un modelo económico e industrial más sostenible.
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