SEÚL/Corea del Sur.- El nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in, ordenó hoy iniciar una investigación sobre el despliegue de varios lanzacohetes estadounidenses en el país asiático adicionales a los necesarios para el controvertido escudo antimisiles THAAD.
Moon ha encargado una investigación interna al Ministerio de Defensa para determinar en particular por qué Estados Unidos ha transportado al país cuatro lanzaderas de cohetes más que las requeridas para el sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD), en fase de instalación en territorio surcoreano.
El objetivo es hallar «cómo los cuatro lanzacohetes fueron traídos al país, quién tomó la decisión y por qué no se ha informado de esta medida a la ciudadanía y al nuevo gobierno», afirmó el portavoz de la oficina presidencial, Yoon Young-chan.
Moon, quien asumió el cargo el mes pasado, se encuentra «sorprendido» por el hecho de que no se le notificara la decisión incluso si ésta tenía carácter confidencial por motivos de seguridad, añadió el portavoz en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
El escudo antimisiles está ya operativo, según anunció Washington a comienzos de mayo, aunque la primera de sus baterías aún se encuentra en fase de instalación en un antiguo campo de golf de la localidad de Seongju (centro del país), a unos 200 kilómetros al sureste de Seúl.
Cada una de las baterías de este sistema acordado por Seúl y Washington para hacer frente a los continuados ensayos de misiles norcoreanos cuenta con entre seis y nueve lanzaderas de cohetes.
Su despliegue coincidió con un clima de creciente tensión en la península ante la insistencia de Corea del Norte a la hora de probar proyectiles balísticos, el último de los cuales fue disparado en la víspera en lo que ha supuesto el tercer ensayo en tres semanas.
El THAAD ha sido cuestionado por los agricultores de Seongju, que se muestran preocupados por la posibilidad de que su comarca se convierta en objetivo de ataques norcoreanos y también por los efectos que los potentes radares del escudo tengan sobre su salud y sus sembrados.
Muchos surcoreanos consideran que el despliegue tuvo lugar de manera precipitada y que fue aprobado por un gobierno depuesto por un caso de corrupción, postura que defiende el nuevo presidente, quien durante su campaña electoral defendió una revisión del acuerdo.
Además, el despliegue del THAAD ha sido criticado con dureza por el gobierno chino, que considera que los potentes radares del sistema pueden servir para obtener datos de inteligencia de sus bases militares fronterizas con Corea del Norte.
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