RÍO DE JANEIRO/Brasil.- Las centrales sindicales convocaron hoy a una nueva huelga general en todo Brasil el 30 de junio próximo para protestar contra las reformas neoliberales impulsadas por el presidente Michel Temer, y dicen esperar una movilización mayor que la del paro del 28 de abril debido a la crisis que vive el país.
La fecha de la nueva huelga fue anunciada tras una reunión este lunes en la que participaron dirigentes de todas las centrales sindicales del país, incluyendo la izquierdista y opositora Central Unitaria de los Trabajadores (CUT), mayor unión sindical del país, y la centrista y oficialista Fuerza Sindical, segunda mayor.
La huelga general fue convocada por los mismos motivos que la del 28 de abril pasado, la primera en el país tras casi dos décadas y que, pese a que no paró por completo al país, si afectó servicios públicos como los transportes y la educación.
Las centrales cifraron el seguimiento del paro de abril en cerca de 40 millones de trabajadores, alrededor de un 45 % de la fuerza laboral, mientras que, para el gobierno, la convocatoria fue un «fracaso» con una adhesión «insignificante».
Los principales blancos de los sindicalistas nuevamente son las reformas promovidas por el gobierno del presidente de Temer, entre las cuales una que flexibiliza el régimen laboral y otra que dificulta las condiciones para acceder a jubilaciones y pensiones.
La reforma al régimen de jubilaciones, ya aprobada por la Cámara Baja y que aún depende del Senado, establece como edad mínima para jubilarse en Brasil 62 años para las mujeres y 65 para los hombres.
Desde que sustituyó en la Presidencia a Dilma Rousseff, quien fue destituida en agosto pasado por irregularidades en el manejo de los presupuestos, Temer ha promovido una serie de duras reformas, sobre las que afirma que son la clave de la recuperación económica del país tras dos años de profunda recesión.
Los sindicatos alegan que las medidas de ajuste aprobadas y aún por ser votadas en el Congreso agravan el desempleo del país que hasta el mes pasado afectaba a un récord de 14 millones de trabajadores, en medio del actual ambiente de recesión.
Pese a que el comunicado las centrales sindicales no mencionan la posibilidad de que el paro sirva para protestas para pedir la renuncia de Temer, como las promovidas por la CUT en diferentes ciudades en los últimos días, algunos de los sindicatos aclararon de forma individual que marcharán contra el jefe de Estado.
De acuerdo con el secretario general de la CUT, Sergio Nobre, además de luchar contra las reformas, la CUT exigirá la renuncia de Temer y la convocatoria de elecciones directas para sustituirlo.
La renuncia del presidente es demandada por los partidos de la oposición y por algunos oficialistas desde hace dos semanas, cuando la Corte Suprema decidió abrirle una investigación a Temer por los supuestos delitos de corrupción, obstrucción a la justicia y asociación para delinquir.
La investigación penal fue solicitada por la Fiscalía con base en una grabación aportada por un empresario investigado por corrupción y que decidió colaborar a cambio de reducciones en sus condenas, en la que el jefe de Estado escucha sin inmutarse el relato de diferentes ilegalidades.
«El clima en las bases es el de transformar junio en un mes de resistencia. Percibimos que el sistema político está intentando operar con o sin Temer y por eso tenemos que luchar contra el presidente, contra las reformas y por unas elecciones directas para colocar a Brasil en los carriles», aseguró el presidente del Sindicato de Metalúrgicos del cinturón industrial de Sao Paulo, Rafael Marques.
Además de la huelga el 30 de junio, las centrales sindicales convocaron a movilizaciones en todo el país el 20 de junio para lo que definieron como una especie de «Calentamiento para el Paro General».
«Colocaremos fuerza total en la movilización en defensa de los derechos sociales y laborales y contra las reformas», según el comunicado.
EFE/Foto: elojonoticias.com
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