WASHINGTON.- El Departamento de Justicia anunció este lunes que la contratista federal, Reality Leigh Winner, de Augusta, Georgia, fue arrestada por filtrar material clasificado de las denuncias del ciberataque ruso durante las elecciones pasadas.
La contratista federal de 25 años, detenida y acusada penalmente luego de haber imprimido un archivo secreto y haberlo enviado por correo a una cadena de noticias norteamericana.
El arresto se llevó a cabo luego de que el sitio web Intercept publicara una historia en la que detallaba cómo los hackers rusos atacaron al menos a un proveedor de software en el marco de las elecciones del pasado mes de noviembre en Estados Unidos.
El artículo señala que los piratas cibernéticos habrían enviado más de 100 correos electrónicos a funcionarios electorales entre fines de octubre y principios de noviembre.
El sitio señaló que el informe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estaba fechado el 5 de mayo de 2017.
El informe compartido a la prensa norteamericana señala que la inteligencia militar rusa «ejecutó operaciones de espionaje cibernético contra una empresa de Estados Unidos en agosto de 2016», con el fin de obtener información de hardware y software relacionada con las elecciones, que finalmente ganó Donald Trump.
Se estima que los hackers habrían utilizado esos datos para crear una cuenta nueva de correo electrónico y así lanzar una campaña de phishing dirigida a organizaciones gubernamentales locales.
En el documento, sin embargo, no se menciona a ningún estado en particular.
Se trata de la primera detención bajo la administración Trump por acusaciones de filtración de información secreta.
The Washington Examiner informó que Winner trabajó para Pluribus International Corporation y fue asignada a una instalación del gobierno de los Estados Unidos en Georgia. El agente del FBI Justin Garrick indicó que anteriormente había servido en la fuerza aérea y tenía acceso a la seguridad secreta.
El abogado de la acusada, Titus Thomas Nichols, se negó a confirmar si se la acusa de haber perdido el informe de la NSA que recibió The Intercept. También se negó a nombrar la agencia federal para la que Winner trabajó.
«Mi cliente no tiene antecedentes (criminales), así que no es como si tuviera un patrón de haber hecho algo como esto antes», declaró Nichols en una entrevista telefónica .
«Es una persona muy buena, toda esta locura ha sucedido de repente», agregó.
Garrick, por su parte, señaló que durante la declaratoria de Winner el pasado sábado, la joven «admitió identificar e imprimir intencionalmente el reporte de inteligencia clasificado» y haberlo enviado por correa a la oficina de noticias.
«Si hay una confesión, el Gobierno no me lo ha mostrado», replicó Nichols.(ECHA- Agencias)