BAGDAD/Irak.- Las Fuerzas Antiterroristas de Irak confirmaron este miércoles que el Estado islámico destrozó una joya histórica, la mezquita al Nuri de Mosul, construida en el siglo XII y que se destacaba por su minarete inclinado.
Tras las sucesivas derrotas en sus principales “territorios” el grupo terrorista no vaciló en explotar el templo del siglo XII donde precisamente el líder terrorista Abu Bakr al Bagdadi, proclamó el «califato» el 29 de junio del 2014 sobre los territorios que entonces dominaba en Siria e Irak
«Nuestras fuerzas estaban avanzando […] en la ciudad vieja cuando, tras haber llegado a 50 metros de la mezquita al Nuri, Dáesh (acrónimo árabe de ISIS) cometió un nuevo crimen histórico al hacer explotar la mezquita de al Nuri y la ‘Hadba'», el minarete inclinado adyacente, declaró el general Abdulamir Yarallah en un comunicado.
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Ante la protesta mundial, en un comunicado de la agencia Amaq, del grupo terrorista, el Estado Islámico negó ser el responsable de derribar el sitio histórico y culpó de la explosión a la coalición internacional liderada por los EEUU.
Con su minarete inclinado, la mezquita era uno de los monumentos más famosos de la Ciudad Vieja de Mosul, incluso un símbolo de la batalla del gobierno iraquí contra el Estado Islámico, que tomó el control de la ciudad en junio del 2014.
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La Gran Mezquita lleva el nombre de Nur al-Din Mahmoud Zangi, un gobernante turco de Mosul y Alepo que ordenó su construcción en 1172, dos años antes de su muerte.
Nur al-Din movilizó y unificó a las fuerzas musulmanas para llevar a cabo la yihad, o guerra santa, contra los cruzados cristianos. Durante sus 28 años de gobierno, capturó Damasco y sentó las bases para el éxito de Saladino, que sirvió como su comandante en Egipto antes de fundar la dinastía Ayyubid y volver a tomar Jerusalén en 1187.
Nur al-Din también es venerado por los yihadistas por sus esfuerzos para hacer prevalecer la ortodoxia musulmana sunita sobre el chiismo.
El minarete cilíndrico, decorado con diseños iraníes y rematado con una pequeña cúpula de yeso blanco, era el gran símbolo del templo. En el momento de su terminación, medía 45 metros, pero para el siglo XIV, el minarete ya se inclinaba significativamente y había adquirido su apodo de «al-Hadba» («el jorobado»).
La destrucción del monumento se produjo en el cuarto día de la ofensiva que dirige el ejército iraquí contra ISIS con el apoyo de la coalición militar liderada por EEUU, en los últimos kilómetros cuadrados de la ciudad vieja donde están atrincherados los yihadistas y se suma a la larga lista de monumentos históricos iraquíes destruidos por los yihadistas en Irak y en Siria. (ECHA – Agencias)