El lunes la Comisión Permanente votará el informe que recomienda la remoción del contralor Edgar Alarcón, asista o no este funcionario a dar sus descargos, precisó este jueves el congresista Marco Arana, presidente del grupo de trabajo encargado de ver su caso.
Marco Arana indicó que el acuerdo del Congreso es que Edgard Alarcón esté en la sesión, pero si no se presenta “se votará igual” el informe entregado por este grupo de trabajo.
“Si lo que está en entredicho, y ha suscitado controversia y escándalo, es su idoneidad moral, lo propio es que sea el más interesado en que se aclaren los temas que lo pueden llevar a perder el cargo”, aseveró.
Comentó que este grupo de trabajo evaluó las faltas a la idoneidad moral en las que pudo haber incurrido el contralor en los hechos denunciados en su contra. Las implicancias delictivas derivadas de los mismos son investigadas por la Fiscalía.
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LOS CASOS
Marco Arana explicó que en la liquidación pagada a una trabajadora de la Contraloría, con la cual tuvo una relación sentimental y dos hijos, no se ha podido acreditar nada irregular.
Lo que sí encontró la comisión es que al poco tiempo de salir de la Contraloría esta exservidora fue contratada por la Oficina de Control Interno (OCI) de la municipalidad de la Molina, con un sueldo de 8,000 soles, más que el alcalde.
“Él (contralor) dice que entró por concurso público, pero si miras las normas del concurso ves que los requisitos para ser asesor de OCI es que tenga estudios, no título profesional, experiencia y un diploma en grafología. Ella era la única con ese diploma”, apuntó.
Refirió que, en este caso sí hay evidencias claras de que el contralor Edgard Alarcón ha faltado al código de ética y a las normas.
El otro caso donde se evidencia falta de idoneidad es el referido al auditor Walter Grados, quien encontró irregularidades en las operaciones de compraventa de Edgard Alarcón.
“Enterado de que había ocho denuncias, se reúne con el auditor y le pide hacer descargos, eso es irregular, no había una investigación establecida y, aun si la hubiera, no existía manera de que el auditado se reuniera con el auditor”, apuntó Marco Arana.
ANDINA