LONDRES/Reino Unido.- La líder del Sinn Fein norirlandés, Michelle O’Neill, culpó hoy a la primera ministra británica, Theresa May, del fracaso de las negociaciones para restaurar un Ejecutivo de poder compartido en Irlanda del Norte, por su pacto parlamentario con el Partido Democrático Unionista (DUP).
En una rueda de prensa en Belfast, O’Neill acusó a May de un «monumental fracaso» y de haber socavado «décadas de trabajo» en la región al haber suscrito el 26 de junio un acuerdo de gobernabilidad con el pro británico y protestante DUP, mayoritario en la Asamblea norirlandesa y rival político del nacionalista-católico Sinn Fein.
Los conservadores de May firmaron ese pacto con los diez diputados en el Parlamento de Londres del DUP para sacar adelante un gobierno en minoría, pues perdieron la mayoría absoluta en las elecciones del 8 de junio.
Tanto el DUP como el Sinn Fein, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), confirmaron hoy que las negociaciones para restablecer el gobierno autonómico de poder compartido entre protestantes y católicos quedan suspendidas hasta el último trimestre del año.
O’Neill dijo estar «decepcionada» pero «no sorprendida» por el desenlace de las conversaciones, y acusa al DUP de haber «alterado su actitud» y mostrarse más envalentonado después de firmar el pacto con los «tories».
Previamente, la líder del DUP, Arlene Foster, indicó que el objetivo es sellar un pacto «más adelante este año».
Aunque la Asamblea autónoma de la región permanece suspendida por desacuerdos entre los partidos desde las elecciones del pasado marzo, su actividad oficial concluye este viernes.
Ante la falta de avances significativos hoy, se espera que los gobiernos británico e irlandés, que median en la negociación, den también por concluidos oficialmente los contactos al menos hasta el próximo mes, al término de la temporada de marchas orangistas en Irlanda del Norte.
Con estas marchas, la comunidad protestante celebra su identidad, pero a menudo se celebran en un clima de tensión y están marcadas por los enfrentamientos violentos que mantienen con la comunidad católica y las fuerzas de seguridad.
La principal fuente de fricción entre las formaciones norirlandesas radica en la negativa de los unionistas a introducir una ley que oficialice el uso de la lengua gaélica y a legalizar el matrimonio entre homosexuales, como piden los nacionalistas a fin de garantizar los derechos de las minorías en Irlanda del Norte.
También discrepan sobre el legado del pasado conflicto armado y los mecanismos para asistir a las víctimas e investigar los crímenes cometidos tanto por los paramilitares como por las fuerzas de seguridad.
El Ejecutivo de Belfast cayó el pasado enero cuando el histórico dirigente del Sinn Fein Martin McGuinness, ya fallecido, dimitió de su puesto de adjunto de la entonces ministra principal y líder del DUP, Arlene Foster, por un caso de corrupción en la política de energías renovables detectado en la anterior legislatura.
Después de superar hasta cuatro fechas límite impuestas por el gobierno de Londres, el ministro del Reino Unido para la región, James Brokenshire, concedió este lunes más tiempo para que los partidos siguieran negociando.
Tras las últimas declaraciones de los partidos, Brokenshire admitió hoy que «está claro que los asuntos no podrán resolverse lo suficientemente rápido como para formar un Ejecutivo a corto plazo».
EFE/Foto: bbc.co.uk