Admirado como un semidiós tarasco, el imperio precolombino que reinó en la zona donde vive, el peruano Raúl Ruidíaz reaparecerá mañana en el fútbol mexicano con la fe de quien cree los milagros y confía en poder obrar algunos.
Se trata del delantero de moda en el fútbol mexicano que sin ruido fue líder goleador de sus dos primeros campeonatos con los Monarcas de Morelia y en el último juego de la fase regular del pasado torneo Clausura convirtió un gol valorado en millones de dólares porque mantuvo al equipo en Primera división.
Los Monarcas estaban en tiempo de descuento con el marcador 1-1 y si no ganaban descenderían a la categoría de ascenso. Entonces apareció Ruidíaz y con la sangre fría de un matador, venció al portero del Monterrey y salvó a su equipo, además de poner al cuadro purépecha en la liguilla y de paso garantizar el título de goleador.
Todas sus obras fueron reconocidas el pasado domingo en la Gala del fútbol mexicano en la que lo reconocieron con el «Balón de oro» como mejor futbolista de la pasada temporada y delantero más letal, por sus 20 anotaciones en el año, lo cual elevó el valor de su carta.
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Mañana, en el primer partido del Apertura, Ruidíaz aparecerá en la cancha con un mejor salario, más simpatizantes y una aureola de vencedor que hará recordar a algunas de las deidades de los tarascos, quizás de las situadas un poco más abajo de «Curicaveri», el divinidad mayor de aquella civilización de los años 1300-1500.
Historia aparte, la de los tarascos que vivieron en la zona de Morelia y la suya el pasado año, el peruano arrancará este viernes ante los Rayados de Monterrey con la valentía de quien acepta comenzar de cero y más que retar a los defensas, saldrá concentrado a ayudar a Morelia a ser protagonista.
«Lo más importante es el equipo», repitió como una letanía en los últimos meses y aunque ahora se plantea el humilde reto de ayudar al grupo, está claro que amigos y rivales estarán atentos a sus goles, a ver si son tantos como en sus dos primeros campeonatos en México.
El brillo de Ruidíaz con el Morelia ha encandilado a equipos de mejor presupuesto en México y algunos clubes de Europa han preguntado por él, pero por lo pronto el goleador se mantiene como «Rey mayor» entre los Monarcas que no ganan un título de liga desde el año 2000 y sueñan con hacerlo ahora que tienen a un líder de ley.
En apenas un año, Ruidíaz es considerado, sino el mejor, uno de los más grandes jugadores del Morelia en su historia y de momento es adorado como el obrador de milagros que apareció de la nada cuando los hinchas del equipo rezaban en masa en el último minuto de la pasada temporada y él respondió con la prestancia de un Dios.
Ha dicho el jugador que en el nuevo campeonato irá día a día. Parece una buena idea porque si se concentra solo en el partido de mañana y consigue otro milagro ante los Rayados, su aura de semidiós tarasco se verá reforzada, una sensación dulce horas antes de su cumpleaños 27 que cumplirá el próximo martes.
EFE/Gustavo Borges
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