GUATEMALA.- El presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Francisco Eguiguren, admitió hoy con pesar que la situación en Venezuela es cada vez más «alarmante», por lo que abogó por retomar el diálogo interno para evitar llegar «más a la catástrofe».
En medio de una crisis política y social que el pueblo no debería sufrir, Eguiguren mostró en una entrevista con Efe su deseo de que se «restablezcan» los derechos humanos y de que cese la persecución en el país para poner fin a una tesitura problemática que se ha agravado este año, sobre todo desde abril.
El exministro peruano, elegido presidente de la CIDH el pasado marzo, reconoció que el nivel de polarización en Venezuela ha crecido de manera exponencial en los últimos tiempos.
«Hay que evitar lo que pueda suponer un enfrentamiento violento ya armado en el país, que traería una terrible pérdida de vidas y destrucción», enfatizó, y añadió que es necesario respetar los márgenes democráticos y no respaldar «ningún tipo de propuesta golpista» ni nada que suponga más «acciones violentas».
En su discurso, Eguiguren pidió también a la oposición ser consciente de que la protesta, que es un derecho, debe ser pacífica, y exhortó al Gobierno a no actuar con la fuerza militar contra los disidentes solo por el hecho de que piensan «distinto».
Venezuela instaló hoy la Asamblea Nacional Constituyente elegida el domingo pasado tras la convocatoria lanzada, el pasado 1 de mayo, por el presidente Nicolás Maduro, bajo el argumento de que de esta forma se impondría el diálogo y la paz en medio de una ola de manifestaciones contra su Gobierno.
Pero desde que lanzó su propuesta las manifestaciones arreciaron y los cuatro meses de protestas se saldan con al menos 121 muertos, de acuerdo con cifras de la Fiscalía, luego de que se desatara la violencia en algunas de estas movilizaciones.
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El presidente de la CIDH reconoció que la polarización generada aumenta «el riesgo más inminente de un enfrentamiento» y señaló que la Comisión tiene que ayudar a la creación de condiciones de un diálogo para que después del tiempo que le queda al Gobierno de Maduro en el poder haya «un proceso de transición y unas elecciones libres y limpias».
«La Comisión no va a resolver el problema ni pretende ser quien tenga en sus manos el tema», agregó, pero insistió en la necesidad del diálogo, pues solo durante este año han tenido que otorgar «muchas medidas cautelares» a políticos y presos, la última este viernes a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, por el riesgo que corre su vida.
Tras analizar las alegaciones y teniendo en cuenta «la tensión institucional y social generada» en el marco de la «alteración al orden constitucional y democrático» en Venezuela, la Comisión decidió incluir a la fiscal y a su núcleo familiar por la «gravedad y urgencia» que enfrentan su vida e integridad.
Otras 14 solicitudes, señaló el peruano, están bajo estudio, igual que la posibilidad de hacer un informe sobre el país. Desde abril la CIDH ha insistido en su deseo de realizar una visita a Venezuela, que no les ha sido concedida, por lo que evalúan «hacer un informe aunque sea desde afuera».
EFE/Patricia Pernas