Cerca de 13,000 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca, materia primera para elaborar la cocaína, han sido destruidas en Perú desde inicios de este año, anunció hoy el Ministerio del Interior en un comunicado.
Los operativos de erradicación ejecutados por el Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el Alto Huallaga (Corah) se realizan en las céntricas y selváticas regiones de Huánuco y Ucayali, dos de los veinticinco departamentos en los que se divide el territorio peruano.
La mayor superficie erradicada se encuentra en los municipios de Padre Abad, con 2,687 hectáreas destruidas; y en Irázola, con 2,212 hectáreas; ambos situados en Ucayali.
Las autoridades peruanas también han destruido en lo que va de año 8,839 almácigos de hoja de coca, destinados a ampliar y resembrar el espacio cocalero en esa zona.
Durante los operativos también fueron destruidos 78 laboratorios hallados cerca de las ilícitas plantaciones para procesar la hoja de coca cosechada.
El objetivo del Corah es destruir 20,500 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca en el 2017 y lograr las mayores garantías de que no vuelvan a ser sembradas con la misma planta.
El espacio cocalero de Perú, considerado el segundo productor mundial de cocaína, tiene actualmente no menos de 55,000 hectáreas esparcidas por gran parte de su territorio, capaces de producir unas 400 toneladas anuales de cocaína, según las últimas estimaciones de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
El 70% de la producción de cocaína de Perú procede del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), la cuenca cocalera más grande del mundo, donde todavía no se erradican cultivos por ser refugio de los últimos remanentes del grupo armado Sendero Luminoso.
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