LA PAZ (Bolivia).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, desafió hoy a los exmandatarios del país y dirigentes de la oposición contrarios a la construcción de una carretera por el parque natural Tipnis (centro) a visitar el lugar para conocer todas las carencias de los indígenas que habitan en la zona.
Morales lanzó hoy el reto en un discurso ante unas 53 autoridades indígenas y campesinas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) que apoyan esa obra, pero que es rechazada por otros dirigentes del mismo lugar, ecologistas y opositores.
«Si quieren venir los expresidentes, los neoliberales, conmigo vamos a entrar por río o por camino, vamos a hacer caquita (defecar) en el monte. Que sepan cómo se vive y cómo se come», expresó Morales al dirigirse a los habitantes de la comunidad San Pablo del Isiboro con motivo de la entrega de una escuela y un sistema de radio base.
El Gobierno aprobó este mes una ley que quita la condición de «intangibilidad» de la reserva natural argumentando que la construcción de una carretera permitirá el desarrollo de la zona, otorgar servicios básicos a los habitantes de las comunidades y conectar las regiones de Beni (noreste) y Cochabamba (centro).
El presidente boliviano también lanzó críticas contra las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que, a su juicio, manipularon a los nativos de la zona cuando en el 2011 y 2012 se opusieron con dos marchas a la construcción de la carretera.
El Tipnis es una reserva natural de 1.2 millones de hectáreas en el centro de Bolivia, entre las regiones de Cochabamba (centro) y Beni (noreste), donde viven 14,000 indígenas de las etnias trinitaria-moxeña, yuracaré y chimán, en 69 comunidades dispersas.
Los expresidentes Jorge Quiroga (2001-2002) y Carlos Mesa (2003-2005) han cuestionado la decisión del Gobierno de Morales de construir la carretera para partir del Tipnis al considerar que se trata de una reserva ecológica de importancia internacional.
Los opositores que han criticado el proyecto también argumentan que la construcción de una carretera en la reserva destruirá el sistema ecológico de lugar y servirá para que sea ocupado por los productores de las hojas de coca y por el narcotráfico.
Las autoridades indígenas que llegaron hasta el poblado de San Pablo para apoyar la construcción de la obra provienen, según el Gobierno, de las subcentrales denominadas Sécure, Tipnis y Conisur.
Carlos Fabricano, uno de los dirigentes indígenas que apoya el proyecto carretero, aseguró que se ha «sepultado la intangibilidad» y que esto permitirá el desarrollo de las comunidades de la zona.
«Hace muchos años hubo el pedido de la carretera y se va a hacer una realidad», dijo en su discurso.
Los lugareños que quieren la carretera sostienen que el tiempo que tardan para llegar a las comunidades de la reserva, intercalando vías terrestres y pluviales, es de al menos 18 horas de viaje desde la ciudad de Trinidad (norte del Tipnis).
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