Alegra que Paolo Guerrero pueda ser titular contra Ecuador. Es la cuota de gol tan presencial que sin él nuestra fuerza ofensiva es un mechero que no aclara las penumbras del arco contrario.
Cierto que Paolo Guerrero garantiza que el gol llegue en cualquier momento. Es un goleador de área, letal, que no se le puede descuidar porque los arqueros contrarios sufren con su estampa de maldad.
En el bloc de notas de Ricardo Gareca tiene resaltado que la ofrenda previa a toda evolución pasa por los botines de André Carrillo, un habilidoso con el balón que provoca pensar que no se salió del cuadro.
Es distinto, de gambeta encantada, un bufón que matiza su fútbol con sortilegios y lee bien sus asistencias. Con Carrillo en el campo Perú ha alcanzado sus mejores cifras, triunfos importantes que ha permitido que tengamos 21 puntos cuando un año atrás hacíamos cuenta que el fracaso nos dolía a todos.
La ‘Culebra’ debe ser el as bajo la manga de Gareca. Aparte de los aportes de Edison ‘Orejas’ Flores, Cueva o Yotún si puede recuperarse, Carrillo es la llave que puede abrir las puertas. Tiene el dribling de un artista del balón y el don de hipnotizar al adversario que a menudo es ridiculizado,
Contra Ecuador tendremos los ojos bien abiertos para seguir a Paolo Guerrero pero habrá que tener presente que con André Carrillo se gana plasticidad y espectáculo. Con disfrute tribunero pero con el aguijón que conecta y que no hay antídoto conocido.
Cierto es que en lado ecuatoriano no debe pasar por alto lo que Carrillo significa para la selección peruana. En todo caso es un motivo más de preocupación para ellos porque no solamente es Paolo Guerrero el que más cuidado provoca, detrás están conectados un buen grupo, que si están debidamente aceitados, harán que la clasificatoria mundialista se convierta en un dulce sueño. (Hugo Laredo)