RÍO DE JANEIRO.- La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, consideró este miércoles como una maniobra diversionista la denuncia presentada contra ella y Luiz Inácio Lula da Silva por el procurador general de la República, Rodrigo Janot.
Enfatizó que Janot echa mano del diversionismo cuando el país toma conocimiento del deterioro ético y moral que rodea el mercado de la corrupción y el día en que la policía encuentra maletas llenas de dinero robado por un elemento central en la articulación del golpista Michel Temer.
De esta manera Rousseff respondió a la acusación hecha la víspera por Janot contra ella, Lula y los ex ministros Guido Mantega y Antonio Palocci, entre otros, por presunta organización delictiva.
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Este miércoles el propio titular de la PGR presentó una segunda denuncia contra los ex gobernantes, en este caso por supuesta obstrucción de la justicia.
La última acusación está basada en la nominación de Lula como ministro de la Casa Civil hecha por Dilma en abril del pasado año, antes de ser sometida a un proceso de juicio político y apartada de su cargo.
La nominación nunca llegó a hacerse efectiva por decisión del ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) Gilmar Mendes.
Dilma subraya asimismo que la denuncia presentada anoche por Janot se apoya en mentiras fabricadas y está basada apenas en ilaciones, deducciones e insinuaciones de delatores que buscan como premio la reducción de sus condenas e incluso su impunidad total.
Por su parte, la asesoría de prensa de Lula respondió que la acusación de la Procuraduría General de la República (PGR), carente de cualquier fundamento, expresa el auge de la campaña de persecución contra el ex dignatario que llevan adelante sectores partidarizados del sistema judicial. (ECHA- Agencias)