BERLÍN.- El presidente alemán, el independiente Joachim Gauck, apremió hoy a su país a practicar una política «más generosa» para los refugiados, acorde con sus capacidades económicas y la experiencia vivida tras la II Guerra Mundial, con millones de desplazados en medio de una Alemania en ruinas.
«Hace 70 años, Alemania era un país destruido que debía integrar a millones de desplazados (…) Por qué no va a poder la Alemania económica y políticamente estable ver en los desafíos presentes una oportunidad para el futuro», dijo Gauck, en ocasión del Día en Memoria de las Víctimas de las Deportaciones.
El presidente agradeció en su discurso, en el Museo de Historia de Alemania, los «gestos soberanos» y la «confianza» que mostraron los países vecinos hacia Alemania, y recordó las penalidades de los millones de desplazados de guerra que dejó la caída del nazismo.
Gauck pronunció estas palabras en el Día Nacional de las Víctimas de Deportaciones, que se conmemora este año por primera vez en memoria de los 14 millones de desplazados de origen alemán de la II Guerra y coincidiendo con el Día Internacional del Refugiado.
El presidente recordó que la Alemania escindida en dos, -República Federal (RFA) y República Democrática (RDA)- vio incrementada su población en un 20% entre los retornos de soldados, presos de guerra y expulsiones de población de origen germano de países ocupados que habían sido ocupados por el Tercer Reich.
«Desearía que el recuerdo de esas personas, huidas y deportadas, nos ayudara a entender mejor a los refugiados de hoy», añadió Gauck, quien aludió a la «responsabilidad moral» de Europa hacia los inmigrantes que arriesgan su vida en aguas del Mediterráneo.
El discurso incidió así en el destino de las actuales 60 millones de personas que, según las cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se han visto obligados a dejar sus hogares por conflictos en todo el mundo.
El comisionado de Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria del gobierno alemán, Christoph Strässer, recordó asimismo hoy, en un comunicado, la estadística distribuida esta semana por ACNUR y el número de desplazados tanto por los conflictos abiertos como por las denominadas «guerras olvidadas» de todo el mundo.
Strässer recordó que Alemania es uno de los grandes receptores de peticionarios de Europa y apeló a la responsabilidad compartida por los socios de la UE a brindar ayuda humanitaria a essa personas.
El gobierno de Angela Merkel insiste en la necesidad de acelerar los procesos de acogida -o rechazo- de los peticionarios y en diferenciar a los que tienen perspectivas de obtener el estatus de asilado de quienes considera no les asistirá ese derecho, por llegar por razones económicas o huyendo de la miseria.
La canciller aprobó esta semana un plan de acción, en medio de las demandas de los «Länder» de que se aumenten sus recursos para hacer frente al récord de peticionarios de asilo llegados a Alemania -200.000 el 2014, cifra que se estima subirá a 400.000 este año.