BOGOTÁ/Colombia.- El temible jefe de la banda de narcotraficantes «Los Puntilleros«, Arnulfo Guzmán Hernández (a) “Tigre”, acusado de por lo menos 50 asesinatos, fue capturado sin disparar un tiro cuando visitó en Villavicencio a una bella modelo.
«Tigre» manejaba las rutas del narcotráfico en los Llanos Orientales de Colombia y se refugiaba de la selva pero cada cierto tiempo abandonaba su refugio, entre los departamentos de Meta y Vichada, para visitar a su amante en Villavicencio sin saber que era seguido por la policía, señaló el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Las acciones de inteligencia detectaron un patrón de movimiento en su obsesión por visitar a la mujer que terminó siendo su perdición y que su organización sufra uno de los más duro reveses en esa convulsionada zona.
Operación #FFAA en contra de “Los Puntilleros” en el Meta fractura la línea criminal de alias “Tigre” su cabecilla principal. pic.twitter.com/hOpda4apdd
— Fuerza Aérea Colombiana (@FuerzaAereaCol) September 23, 2017
El diario colombiano El Tiempo informa que un agente infiltrado en su red de seguridad alertó a los investigadores, que ya habían trazado un perfil con sus hábitos, gustos y movimientos.
«Se lograron identificar sus comidas favoritas, lociones y las motocicletas en las que se desplazaba. Y lo más importante, que solo en situaciones especiales viajaba a Villavicencio», explicó el general Jorge Luis Vargas, jefe de la Dirección de Investigación Criminal.
Precisamente esas ocasiones especiales incluían los encuentros apasionados con la mujer.
Felicitaciones @PoliciaColombia por la captura de ‘El Tigre’, máximo cabecilla de #LosPuntilleros. No damos tregua en lucha #ContraElCrimen https://t.co/l0dC5yMV8M
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) September 23, 2017
Pese a los resguardos, como no permitir que nadie de su equipo tenga un celular (usaba mensajeros personales para enviar recados en esos períodos), las autoridades ubicaron su refugio en Villavicencio (a tres horas de Bogotá) y alquilaron una casa cercana.
Posteriormente, fueron alertados por movimientos inusuales en la zona: llegaban licores finos, comida para más personas y hasta una cama ortopédica.
Cuando el «Tigre» llegó al lugar el pasado viernes y se vio rodeado no opuso resistencia. (ECHA – Agencias)