El problema en Sporting Cristal es la apuesta a un trabajo apresurado que desemboca en un mal año con míseras opciones de alcanzar la clasificación para algún torneo internacional.
La pobre campaña en el Torneo Clausura no debe sorprender porque el edificio estructural de inicio de año se hizo mal, endeble y con el derrumbamiento que se espera tan triste como el lluvioso y frío clima limeño.
Con ‘Chemo’ del Solar se pensó que era lo más acertado para enfrentar el Descentralizado 2017 con la esperanza de sostener una campaña que desemboque en lograr el título para la mesa gourmet de jugar la Copa Libertadores o el consuelo de la Copa Sudamericana.
No fue ‘Chemo’ finalmente el más indicado con la apuesta de su fútbol desdibujado, acomodado para pasar por agua tibia con una planteamiento capaz de ser los más compactos posible. Total el tuerto es rey en el país de los ciegos
El fútbol que planteó Del Solar no conducía a ningún lado y llegó Pablo Zegarra para darle frescura a la insalubre actuación que dejó su antecesor. Es decir un acomodo para hacer ajustes en el camino.
Pablo Zegarra no ha podido corregir la mala tarea de ‘Chemo’ y las cosas se han descontrolado para que los números sean de terror. En seis fechas del Torneo Clausura apenas el once de La Florida ha cosechado 5 puntos de 18 posibles.
Un tercer técnico que llegue a La Florida no podrá hacer mucho con un plantel liviano que no se compromete con la idea de los directivos de sustentar un campeonato fortalecido como respuesta a todo lo que Sporting Cristal ofrece a sus jugadores.
Sporting Cristal es un grande del fútbol peruano y animador del torneo. No es equipo de media tabla. Es un club al que se le exige protagonismo por su pasado y rico historial.
La derrota ante Ayacucho FC por 5-3 es un compendio de la forma cómo Sporting Cristal se comporta en el Torneo Clausura. Estar arriba 3-1 en el score no es para dejarse arrebatar los tres puntos y perder como lo haría un equipo chico.
Pablo Zegarra es un técnico joven, con proyecciones para ser un profesional del buzo pero el barco le cayó grande para tan poco marinero. (Hugo Laredo).