Perú será sede el próximo año de la VIII Reunión de la Red Iberoamericana de Autoridades Migratorias (RIAM), que se celebrará con el objetivo de impulsar la aplicación de tecnología para el fortalecimiento de la seguridad del control migratorio, anunciaron hoy a Efe fuentes oficiales.
La Superintendencia Nacional de Migraciones de Perú señaló que la decisión fue acordada en el marco del VII Congreso de la RIAM, desarrollado en septiembre pasado en Panamá, según detalló el Superintendente peruano, Eduardo Sevilla.
El funcionario peruano indicó que durante la cita celebrada en Panamá las delegaciones participantes coincidieron en la «necesidad de seguir avanzando en el objetivo de construir plataformas de interoperabilidad e intercambio de bases de datos».
. Superintendente de migraciones peruano, Eduardo Sevilla.
Esto, según dijo, con la «finalidad prioritaria» de reforzar la seguridad de los viajeros, al hacer más expeditivo el control migratorio en aeropuertos, puertos y fronteras.
Los representantes de migraciones también acordaron continuar con la implementación de soluciones tecnológicas, como puertas biométricas y dispositivos de reconocimiento facial, para fortalecer el control migratorio y prescindir del uso de formularios físicos.
Migraciones de Perú destacó que estas innovaciones y las desarrolladas en otros países serán abordadas en la VIII Reunión de la RIAM que se celebrará en Lima en el segundo semestre de 2018 con la participación de las autoridades de los países de Iberoamérica.
Perú cuenta con una plataforma de interoperabilidad sobre información migratoria con los países de la Alianza del Pacífico (México, Colombia y Chile) y, además, ha activado puertas biométricas en el aeropuerto internacional de Lima e implementado la Tarjeta Andina de Migración (TAM Virtual), con el objetivo de dar mayor seguridad y agilidad al control migratorio.
La RIAM fue creada en el 2012, en el marco del II Congreso Iberoamericano de Autoridades Migratorias celebrado en Colombia, con el propósito de generar cooperación entre las autoridades migratorias, compartir información migratoria, impulsar la aplicación de tecnología e intercambiar buenas prácticas, unificando criterios y medidas.
Sus encuentros son anuales y se hacen con el acompañamiento permanente de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el organismo especializado de las Naciones Unidas.
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