Declaración de la UNESCO tras decisión de EEUU de retirarse del organismo

shadow

 

La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, se manifestó respecto a la decisión de los Estados Unidos de retirarse del organismo. A continuación el texto emitido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación Ciencia y Cultura.

Como directora general, lamento profundamente la decisión de los Estados Unidos de América de retirarse de la UNESCO, que me ha sido notificada de manera oficial por el secretario de Estado estadounidense, Sr. Rex Tillerson.

La universalidad es esencial para la misión de la UNESCO de construir la paz y la seguridad internacionales frente al odio y la violencia a través de la defensa de los Derechos Humanos y la dignidad humana.

En 2011, cuando se anunció la suspensión de la contribución financiera estadounidense en la 36ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO, ya expresé mi convicción de que nunca la UNESCO había sido tan importante para los Estados Unidos, ni los Estados Unidos para la UNESCO.

Esta verdad se hace hoy todavía más manifiesta, en momentos en que el aumento del extremismo violento y del terrorismo mueve a forjar nuevas respuestas de largo aliento para garantizar la paz y la seguridad en el mundo, luchando contra el racismo y el antisemitismo y combatiendo la ignorancia y la discriminación.

Estoy convencida de que el trabajo de la UNESCO para promover la alfabetización y la educación de calidad responde a las preocupaciones del pueblo estadounidense.

Estoy convencida de que la acción de la UNESCO encaminada a movilizar nuevas tecnologías para mejorar el aprendizaje responde a las preocupaciones del pueblo estadounidense.

Estoy convencida de que la acción de la UNESCO para reforzar la cooperación científica y fomentar la sostenibilidad de los océanos responde a las preocupaciones del pueblo estadounidense.

Estoy convencida de que la acción de la UNESCO para promover la libertad de expresión y defender la seguridad de los periodistas responde a las preocupaciones del pueblo estadounidense.

Estoy convencida de que la acción de la UNESCO en pro de la emancipación de las niñas y las mujeres como agentes de cambio y creadoras de paz responde a las preocupaciones del pueblo estadounidense.

Estoy convencida de que la acción de la UNESCO para apoyar a las sociedades en situación de emergencia frente a las catástrofes y los conflictos responde a las preocupaciones del pueblo estadounidense.

A pesar de que en 2001 suspendieron su contribución financiera, hemos profundizado la colaboración entre los Estados Unidos y la UNESCO, que nunca ha sido tan intensa como ahora.

Juntos, trabajamos para proteger el patrimonio cultural de la humanidad de los ataques terroristas y prevenir el extremismo violento por medio de la educación y los medios informativos,

Juntos, trabajamos con el fallecido Samuel Pisar, Embajador Honorífico y Enviado Especial para la Enseñanza del Holocausto, para difundir la historia de la Shoah y prevenir nuevos genocidios, con la Cátedra UNESCO para la educación sobre el genocidio en la Universidad del Sur de California y la dedicada a la alfabetización de la Universidad de Pensilvania.

Juntos, trabajamos con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa en el diseño de material didáctico nuevo para educar contra todas las formas de antisemitismo y para combatir el racismo antimusulmán en las escuelas.

Juntos, iniciamos en 2011 la Alianza Mundial para la educación de las niñas y las mujeres.

Juntos, con la comunidad universitaria estadounidense y las 17 cátedras UNESCO existentes en Estados Unidos, trabajamos por el progreso de la alfabetización para promover las ciencias y la sostenibilidad y enseñar el respeto de todos en todas las escuelas.

Nuestra alianza se encarna en nuestra colaboración con el Servicio Geológico de los Estados Unidos, con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y con varias sociedades profesionales del país para intensificar la investigación relativa a la gestión duradera de recursos hídricos en la agricultura.

Se tradujo también en la celebración del Día Mundial para la Libertad de Prensa en Washington en 2011 con la Fundación Nacional para la Democracia.

Se encarna en nuestra cooperación con grandes empresas privadas, como Microsoft, Cisco, Procter and Gamble, Intel, para alargar el tiempo de escolarización de las niñas y desarrollar tecnologías de aprendizaje de calidad.

Se encarna en la promoción del Día Internacional del Jazz, en particular la edición de 2016 que tuvo lugar en la Casa Blanca, para celebrar los Derechos Humanos y la diversidad cultural a partir de la tolerancia y el respeto.

Se encarna en cada uno de los 23 sitios del patrimonio mundial que reflejan el valor universal del patrimonio de los Estados Unidos, en las 30 reservas de biosfera del país y en las seis Ciudades Creativas de la UNESCO sitas en los Estados Unidos, que son también viveros de empleo.

La alianza de la UNESCO y los Estados Unidos ha sido profunda, porque se apoya y fundamenta en valores compartidos.

El poeta, diplomático y bibliotecario del Congreso estadounidense Archibald MacLeish escribió en 1945 el preámbulo de la Constitución de la UNESCO:

“Puesto que las guerras nacen en las mentes de los hombres, es en las mentes de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.

Esta visión nunca ha sido más pertinente.

Los Estados Unidos inspiraron la Convención de 1972 sobre la protección del patrimonio mundial.

En 2002, un año después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, Russell Train, ex responsable de la Agencia Estadounidense para la Protección del Medioambiente y del Fondo Mundial para la Naturaleza, que tanto hizo por la adopción de la Convención del Patrimonio Mundial, declaraba: «En este momento de la historia, en el momento en que los lazos de nuestra humanidad común parecen cada vez más atacados por fuerzas que niegan la existencia misma de un patrimonio compartido, por fuerzas que atacan el corazón mismo de nuestro sentido de la comunidad, estoy convencido de que el patrimonio mundial presenta una visión contraria y positiva de la sociedad humana y de nuestro porvenir.»

La labor de la UNESCO es esencial para reforzar los lazos de nuestra humanidad común frente a las fuerzas del odio y la división.

La estatua de la Libertad es un sitio del patrimonio mundial, símbolo constitutivo de los Estados Unidos y también porque encarna las aspiraciones de los pueblos del mundo.

El Independence Hall de Filadelfia, el edificio en el que se firmaron la Declaración de la Independencia y la Constitución de los Estados Unidos, es un sitio del patrimonio mundial de la UNESCO porque su mensaje se dirige a los decisores políticos y a los activistas del mundo entero.

Yosemite, Yellowstone y el Gran Cañón son sitios del patrimonio mundial de la UNESCO porque su belleza es fuente admiración para todos los países del mundo.

Todo ello representa mucho más que un patrimonio mundial.

La UNESCO encarna esta visión positiva de la sociedad humana.

En momentos en que la lucha contra el extremismo violento exige renovados esfuerzos en pro de la educación y el diálogo entre culturas, es de lamentar que los Estados Unidos se retiren del organismo de las Naciones Unidas encargado de librar ese combate.

En momentos en que los conflictos continúan desgarrando a las sociedades a través del mundo, es de lamentar que los Estados Unidos se retiren de la Organización de las Naciones Unidas encargada de promover la educación para la paz y la protección de la cultura.

Por eso lamento la decisión de Estados Unidos de retirarse.

Es una pérdida para la UNESCO.

Es una pérdida para la familia de las Naciones Unidas.

Es una pérdida para el multilateralismo.

La tarea de la UNESCO no ha terminado. Continuaremos avanzando para construir un siglo XXI más justo, más pacífico y más equitativo, y, para ello, la UNESCO necesita el compromiso de todos los Estados.

La UNESCO continuará trabajando por la universalidad de esta Organización, por los valores que compartimos, por los objetivos que tenemos en común, para reforzar un orden multilateral más eficaz y un mundo más pacífico y más justo.

Irina Bokova

 

388357