SAO PAULO.- Un preso brasileño de 26 años murió tras pasar más de una semana con tres teléfonos móviles en su estómago para no ser descubierto en la cárcel Sílvio Yoshihiko Hinohara, en el municipio de Presidente Bernardes.
El portal G1 informó que el recluso decidió comerse los tres celulares para que no fueran descubiertos durante una revista en las celdas realizada el pasado día 4.
Una semana más tarde, tras no haber podido expulsaros por el recto como pretendía y empezar a sentir fuertes dolores, buscó ayuda médica.
Después de someterlo a un examen de rayos X en el que se constató que tenía los tres aparatos en su estómago, los médicos le recetaron laxantes y lo devolvieron a prisión pero no logró expulsarlos y lo que fue conducido a un hospital para ser sometido a una operación.
La intervención quirúrgica se fijó para el jueves pero no pudo llevarse a cabo porque el recluso murió unas horas antes.
En junio de este año, tres presos fueron descubiertos en el mismo centro penitenciario con 19 teléfonos móviles en sus cuerpos, uno de ellos con diez celulares en su estómago.
Dos de los reos guardaban los teléfonos en el recto: uno tenía cuatro microaparatos y el otro cinco. El tercer preso fue descubierto al pasar por los rayos X con diez minicelulares con auriculares en su estómago y fue sometido a una operación para retirarle todos los aparatos. (ECHA- Agencias)