BRUSELAS.- El viceprimer ministro belga y responsable de la Cancillería, Didier Reynders, llamó este lunes al orden al titular de Interior, Jan Jambon, por criticar el proceso judicial abierto contra el expresidente catalán Carles Puigdemont y su Govern.
Asimismo le pidió al nacionalista flamenco no «inmiscuirse» tras lamentar que otros miembros de su Gobierno «estén haciendo comentarios» sobre el tema catalán «cuando ese no es su papel» y advirtió de que «el alboroto sobre este asunto excede los límites» de Bélgica.
«Creo que hay que dejar hacer a la Justicia y dejar de pensar que vamos a tener una influencia real en lo que pasa en España», señaló Reynders en declaraciones a la cadena RTL.
Aunque haya «quienes en Bélgica crean tener influencia» en la evolución del caso, «este asunto ocupa a España por encima de todo», subrayó Reynders.
Las criticas del ministro del Interior, Jan Jambon ha provocado un división en el gabinete belga sobre la decisión a tomarse con el caso del ex presidente catalán, Carles Puigdemont.
Asimismo consideró que la posible entrega a España de Puigdemont «son procedimientos legales» a los que Bélgica «no se puede oponer».
Reynders, que se encuentra de visita oficial en la India, subrayó también que es «prioritario mantener el diálogo» con las autoridades españolas.
«En Bélgica no preguntamos a los países vecinos lo que debemos hacer», ha zanjado.
El jefe de la diplomacia belga se refirió en particular a las declaraciones de ayer del ministro de Interior, el separatista flamenco Jan Jambon, y el exprimer ministro Elio Di Rupo, quienes criticaron la gestión en España de la crisis en Cataluña.
El predecesor de Reynders al frente de Exteriores en el gobierno belga y ex comisario europeo, el liberal Karel De Gucht, aseguró que es «demasiado simple decir que se trata de un asunto interno» de España, al insistir en que la Unión Europea «debe pronunciarse».
«Una democracia también debe respetar una serie de reglas, como el castigo proporcional. No creo que sea democrático que un delito que es muy político pueda conllevar una sentencia de 30 años», afirmó, en declaraciones a la neerlandesa Radio 1.
Añadió que «poner a los políticos en la cárcel es síntoma de un funcionamiento anormal de la democracia» e instó a la UE a «dejar clara su posición» sobre lo que está sucediendo. (ECHA- Agencias)