Nobel Alternativo hace defensa de la libertad de expresión y los marginados

shadow

 

COPENHAGUE/Dinamarca.- Los galardonados con el denominado Nobel Alternativo hicieron hoy, durante la ceremonia de entrega del premio en Estocolmo, una defensa de la libertad de expresión, los derechos de los marginados y la lucha por el medioambiente.

Al acto, celebrado en el museo Vasa, faltó uno de los premiados, la periodista azerbaiyana Khadija Ismayilova (foto), ya que las autoridades de su país le han prohibido viajar al extranjero durante cinco años.

Ismayilova, galardonada el año pasado con el Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano, es la periodista de investigación azerbaiyana más reputada, gracias a sus informes sobre los negocios corruptos de la familia del presidente, Ilham Aliyev.

El premio lo recibió en su nombre su compatriota, el escritor y activista Emin Milli, que como los otros galardonados tuvieron palabras de recuerdo para la periodista. «Khadija, te aseguro que la familia del Nobel Alternativo no descansará hasta que esa decisión haya sido revertida», dijo Maina Kiai, miembro del jurado, que ejerció de presentador.

Una carta abierta dirigida al gobierno de Bakú, en protesta por la situación de Ismayilova y firmada por medio centenar de ganadores del Nobel Alternativo, fue entregada además hace unos días a la embajada de este país en Estocolmo.

Nobel Alternativo: Otorgan premio a periodista azerbaiyana Khadija Ismayilova

El abogado indio Colin Gonsalves, reconocido por luchar por los derechos de los marginados, trazó un panorama sombrío de su país, que atraviesa por uno de los períodos «más oscuros de su historia».

El impulsor de la Red de Leyes de Derechos Humanos denunció el recorte de libertades «sin precedente», el asesinato de periodistas críticos con el poder, las medidas contra ONG y las expulsiones de habitantes de barrios marginales.

«Cifras del gobierno y de organizaciones internacionales muestran que la India se ha convertido en la capital del hambre, con más de 700 millones de personas viviendo por debajo de la línea de la pobreza de dos dólares al día», afirmó.

Gonsalves resaltó la importancia de los litigios en interés público, una figura jurídica impulsada por varios grupos de ayuda legal en la India para consolidar los derechos colectivos de los marginados y defendió la necesidad de exportarla a otros países.

De los oprimidos habló también la activista etíope Yetnebersh Nigussie, sobre todo de los discapacitados como ella, que perdió la vista a los cinco años, una «suerte» que le permitió escapar al destino habitual de las mujeres de la Etiopía rural de casarse muy joven y por lo que pudo estudiar.

La fundadora del Centro Etíope para la Discapacidad y el Desarrollo (ECDD), que ha impulsado programas de apoyo en el país, resaltó que su caso era «extremadamente inusual» y recordó que se estima que al menos 32 millones de niños con invalidez no son escolarizados en países en desarrollo.

Ese «escándalo de derechos humanos» es ignorado por los medios, sostuvo Nigussie, quien urgió a los donadores internacionales a que como condición a su apoyo obliguen a los países que reciben fondos a comprometerse a invertir en educación para niños discapacitados.

Ismayilova, Gonsalves y Nigussie comparten los 3 millones de coronas suecas (315,000 euros) con que está dotado el Premio al Correcto Modo de Vida (Right Livelihood Award), como realmente se llama este galardón que reconoce la labor social desde 1980.

El galardón honorífico recayó en el abogado estadounidense Robert Bilott, por la batalla legal de dos décadas en la que representó a 70,000 ciudadanos, cuya agua potable había sido contaminada con ácido perfluorooctánico por el gigante químico DuPont en Estados Unidos.

Bilott recordó como el caso comenzó con la llamada de un granjero, preocupado por la muerte de cientos de sus vacas, y luego se convirtió en una macrodemanda que también ha tenido consecuencias en otros países.

«Espero que el Nobel Alternativo ayude a difundir el conocimiento y el reconocimiento de la urgente necesidad de tomar más pasos para proteger nuestra agua potable, y a la habilidad y el poder de los ciudadanos y comunidades para hacer que esos cambios ocurran», señaló en su discurso.

EFE/archivo CV

 

404686