MOSCÚ.- El presidente ruso Vladimir Putin inauguró este viernes una gigantesca planta de gas natural, con características extraordinarias, en Yamal, en el ártico siberiano, construida en condiciones climáticas y geológicas extremas.
«Les felicito a todos por la primera expedición de un (buque) metanero» declaró el mandatario ruso en el puerto de Sabetta, de donde zarpó el barco, bautizado «Christophe de Margerie» en honor del presidente ejecutivo de la petrolera francesa Total, fallecido en 2014 en Rusia.
El grupo privado ruso Novatek encabeza el consorcio internacional que ha llevado a cabo el ambicioso proyecto y esta semana anunció el comienzo de la producción de gas natural licuado (GNL) en la primera línea de producción, con una capacidad prevista de 5,5 millones de toneladas por año.
Las sanciones estadounidenses contra Novatek impidieron a los bancos occidentales financiar el proyecto, un obstáculo salvado con el aporte de fondos chinos.
En el puerto de Sabetta, a -27°C, el metanero rompehielos que transportará el cargamento a Asia aparecía iluminado y humeante, en medio de la oscuridad.
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El proyecto de 27.000 millones de dólares es uno de los más ambiciosos del mundo en este sector. Abarca la construcción, en tres etapas, de una fábrica de licuefacción de gas para producir 16,5 millones de toneladas anuales a partir de 2019.
Este lanzamiento es un primer éxito del proyecto, en el que participan Novatek (50,1%), la compañía francesa Total (20%) y las chinas CNPC (20%) y Silk Road Fund (9,9%).
Tuvieron que salvar múltiples desafíos técnicos y financieros. Y es que aunque la península de Yamal dispone de abundantes recursos naturales, se encuentra aislada, al norte del círculo ártico, a 2.500 kilómetros de Moscú, y las temperaturas pueden llegar a -50°C.
Desde que las obras comenzaron a finales de 2013 se construyó un aeropuerto, un puerto, los depósitos y la propia planta en un entorno helado.
«Usamos metales especiales que soportan temperaturas muy bajas. Hoy hace -25°C pero ya estuvimos a -50º», explicó recorriendo las avenidas nevadas Dimitri Manakov, director adjunto del proyecto Yamal. (ECHA- Agencias)