Antes de presentarse ante la Comisión Lava Jato, Alan García, aseguró tener las manos y la conciencia limpia, al tiempo de mostrarse dispuesto a responder por sus actos y gobierno que encabezó.
“He venido para explicar cualquier visita, cualquier sospecha, tengo las manos limpias y la conciencia limpia. No vengo a dar lecciones a nadie ni vengo a atacar a nadie. Si hay alguien que se dejó convencer y se dejó comprar, es su conciencia y responderá ante Dios”, mencionó el exjefe del Estado.
Declaró haber realizado un recuento y estudio de las veces que recibió a Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en el Perú, en los 1800 días de su segundo gobierno.
Alan García precisó que esta empresa realizaba las obras más grandes del país por lo que debía dar avances, coordinar inauguraciones y cerrar obras, aspectos que explicará en la comisión que preside la congresista Rosa Bartra (FP) porque “no tengo nada que ocultar”.
“He venido como corresponde, a dar explicaciones y responder por mis actos, por mi vida y por mi gobierno en lo que a mi concierne. Todos tenemos la obligación de venir y contribuir con nuestras declaraciones a esclarecer y, más adelante, a sancionar a todos los que se han vendido”, agregó Alan García.
El líder aprista aseguró comprender que todos los peruanos tengan derecho a la indignación y rechazo ante el vendaval de corrupción que asola el continente y el país.
En ese sentido, Alan García mencionó que acude al Poder Legislativo a decir, documentada y probadamente, que nada tiene que reprocharse, tras un año de delaciones y descubrimiento de cuentas.
Foto Crónica Viva-Joel Alonzo /Video Canal N