QUITO (Ecuador).- Un representante de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), ganadora del Premio Nobel de la Paz 2017, calificó hoy como «reto y afrenta a la humanidad», la decisión adoptada por el presidente de EEUU, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
«El reto planteado por Trump a la humanidad con la declaratoria de Jerusalén como capital, violenta todos los principios universales que hasta hoy se venían aprobando en materia de este tipo sobre el conflicto que se ha vivido entre Israel y Palestina», manifestó hoy en Quito el colombiano Álavaro Jiménez, en representación del ICAN.
Este experto en promoción y fortalecimiento de iniciativas ciudadanas para la construcción de una cultura pacífica, valoró así la cuestión en un foro titulado, «Diálogo y Cultura de paz, elementos centrales para el multilateralismo», en el marco de la presidencia ecuatoriana del G77+China.
En este contexto, Jiménez urgió a ese grupo de países a «pronunciarse de manera vigorosa» sobre la cuestión, en línea con la postura de «varios gobiernos del mundo (que) se han pronunciado ya desconociendo el propósito, o mejor, el despropósito de Trump».
El mandatario estadounidense rompió el pasado miércoles el consenso internacional sobre Jerusalén al reconocerla como capital de Israel y ordenar que se traslade allí la embajada de su país, decisión que disparó la tensión en la región y comprometió el papel de Washington como mediador de paz.
https://youtu.be/ZXvB-rfg-04
«Nosotros aspiramos a que muchas más naciones en el mundo, de manera vigorosa, llamen a Estados Unidos, a la política internacional de los Estados Unidos a ponerse a tono con la política que globalmente se ha aprobado», subrayó el responsable de ICAN y abogó por la búsqueda de una salida «pacífica y negociada» al conflicto palestino-israelí.
Israel ocupó Jerusalén Este junto con Cisjordania y Gaza en la guerra de los Seis Días (1967), y posteriormente en 1980 por una ley aprobada por su Parlamento (Kneset), se anexionó esa parte de la ciudad, que considera su capital «eterna e indivisible», pese a que la comunidad internacional -salvo ahora Estados Unidos- no la reconoce como tal.
Los palestinos reclaman la parte oriental de Jerusalén como capital de su Estado y tras la decisión de Trump han dejado de considerar a Washington como interlocutor de paz.
«Lo de Trump es una afrenta a los desarrollos que la humanidad ha alcanzado en términos de diplomacia y de producción de decisiones colectivas, por eso debe ser rechazado», concluyó Jiménez.
⊕