BRUSELAS/Bélgica.- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), salvo del Reino Unido, abordarán este viernes, en la segunda jornada de una cumbre de dos días, la situación del «brexit», tras el acuerdo alcanzado la semana pasada entre Londres y Bruselas, y las propuestas para reforzar la eurozona.
Está previsto que los líderes respalden la propuesta del negociador jefe de la UE para el «brexit», Michel Barnier, de declarar que hay progresos suficientes en los tres temas prioritarios de las conversaciones para la retirada del Reino Unido y que, en consecuencia, puede comenzar la segunda fase de las negociaciones.
Bruselas y Londres cerraron el 8 de diciembre un acuerdo sobre los derechos de los ciudadanos; la factura de salida, dónde el Reino Unido se ha comprometido a abonar los entre 40,000 y 45,000 millones de euros que se estiman necesarios; y la frontera norirlandesa, que según el compromiso alcanzado será invisible.
Se espera que los Veintisiete den luz verde a la segunda fase, en la que se abordará el marco de la relación futura entre la UE y el Reino Unido y el establecimiento de un periodo de transición entre la salida efectiva del país y la entrada en vigor de un nuevo pacto de asociación o comercial.
En los planes de Bruselas figura que, en octubre del 2018, se haya conseguido un acuerdo de retirada que pueda ser ratificado a nivel nacional, de forma que la salida sea efectiva en marzo del 2019.
Algunos líderes señalaron hoy que la agenda europea no se verá afectada por la decisión del Parlamento británico de someter a votación el acuerdo final de salida, pero admitieron que esto dificultará la tarea del gobierno de Theresa May y podría afectar a los progresos.
«Si cada vez que acordemos algo ahora tenemos el riesgo de que sea entretejido en Londres, no avanzamos», dijo el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel.
Fuentes del gobierno francés señalan que la UE no aceptará «enmiendas» parlamentarias al acuerdo que cierren Londres y Bruselas.
Theresa May y Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.
Por otra parte, la UE celebrará una «cumbre del Euro» en formato extendido, es decir, con los 19 países que comparten la moneda única, aquellos que han firmado el Pacto Fiscal y República Checa y Croacia (que no lo rubricaron) como invitados, con lo que solo Reino Unido quedará fuera.
El objetivo es debatir propuestas para reforzar una eurozona, aunque no se tomarán decisiones concretas hasta junio del 2018, cuando prevén consensuar una hoja de ruta para los próximos años.
Los países han preparado la reunión durante los últimos tres meses y sobre la mesa se pondrán tanto medidas ya pactadas que no han logrado llevarse a la práctica como nuevas iniciativas, recogidas en una reciente propuesta de la Comisión Europea.
Entre las que generan mayor consenso están la transformación del actual Mecanismo Europeo de Estabilidad (el fondo de rescate de la eurozona) en un Fondo Monetario Europeo, el establecimiento del cortafuegos del Fondo Único de Resolución (FUR) bancaria, y poner en marcha el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS, en inglés) Completar el FUR y el EDIS es imprescindible para culminar la Unión Bancaria, tarea que los Estados consideran prioritaria.
Falta consenso, por el contrario, sobre las propuestas para simplificar las reglas fiscales, crear una capacidad fiscal para estabilizar la economía en tiempos de crisis y un ministro de Economía de UE.
Sin embargo, el escollo más inmediato es la falta de un gobierno en Alemania, la principal economía de los Diecinueve, cuyo apoyo es imprescindible para cualquier decisión.
«Para avanzar concretamente hay que esperar a que el gobierno alemán esté en disposición de tomar decisiones», admiten fuentes del Elíseo, que añaden que el presidente galo, Emmanuel Macron, no ha restado ambición a sus intenciones de reformar la eurozona.
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