CALIFORNIA.- Convertido en leyenda viviente del cine, el actor Anthony Hopkins, este domingo cumplió 80 años demostrando su versatilidad durante medio siglo y, como reafirmó en su onomástico, sin pensar en jubilarse sino abocarse a nuevos proyectos.
Su nombre completo es Philip Anthony Hopkins y nació el 31 de diciembre de 1937 en Margam, Port Talbot, West Glamorgan, Wales, Reindi Unido. Está casado con la actriz y productora Stella Arroyave y fue esposo de Jennifer Lynton y la actriz Petronella Barker.
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Ha encarnado a dioses, criados y al caníbal más famoso del cine, Hannibal Lecter, que lo convierte uno de los actores de Hollywood con mayor capacidad de transformación, recordaron este domingo los medios especializados por su onomastico 80.
Hace pocas semanas irrumpió en la gran pantalla con barba y parche metálico, convertido en el dios Odín en «Thor: Ragnarok». Y pocos meses antes lo hizo junto a Mark Wahlberg con la película de robots «Transformers: El último caballero», en la que interpreta a un distinguido noble inglés. En la epopeya biblíca «Noé» (2014) -de Darren Aronofsky- se transformó en Matusalén y en «Hitchock» encarnó al maestro del cine de suspense.
Con papada, calva y kilos de más, su similitud a la imagen del director durante el rodaje de «Psicosis» es casi estremecedora. Los papeles inquietantes siempre se le han dado bien.
Su trabajo como el psicópata Hannibal Lecter en «El silencio de los inocentes» (1991) le valió el Oscar a Mejor actor en 1992, aunque solo aparece 16 minutos en pantalla.
El duelo psicológico y verbal entre el caníbal y la agente del FBI interpretada por Jodie Foster, es ya parte de la historia del cine.
Se le considera una leyenda, pero él atribuye su éxito a la suerte que ha tenido en la vida. «En ocasiones uno llega ante una puerta, tiene suerte y se abre», explicó, y añadió: «Creo que en la vida uno debe dar lo mejor que tiene, ser amable, generoso, estar dispuesto a ayudar y también pasarlo bien». (ECHA Agencias)