AUSTIN (EEUU).- El Tribunal Supremo de Estados Unidos suspendió hoy temporalmente una estricta norma estatal que obligaba a cerrar a 10 de las 19 clínicas que practican abortos en el conservador estado de Texas.
Con cinco votos a favor y cuatro en contra, los magistrados del Alto Tribunal dieron la razón a los proveedores de este servicio, a la espera de tomar una decisión definitiva.
La ley estatal, aprobada en el 2013 y que tenía que entrar en vigor este miércoles tras un largo litigio legal, exige para todas las clínicas de aborto los mismos estándares que los de un hospital, unos requisitos que no cumplen la mayoría de estos centros.
Una parte de la restrictiva norma ya entró en vigor el 2013, obligando al cierre a más de la mitad de las 41 clínicas de aborto que existían en ese momento en el segundo estado más poblado del país, con cerca de 27 millones de habitantes.
El cierre de nuevas clínicas dejaría desprovisto de este servicio a extensos territorios del sur y del oeste del estado.
«Esto supondría una reducción de más del 75% de las clínicas de Texas en tan solo dos años, creando una grave escasez de centros seguros y legales en un estado que tiene a más de cinco millones de mujeres en edad reproductiva», alegaron los abogados contrarios a la norma.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott (foto), dijo por su parte que el estado seguirá abogando por «estándares médicos de alta calidad» y se mostró confiado en que el Tribunal Supremo finalmente fallará a favor de la ley.
El Tribunal Supremo no abordará el caso hasta octubre, cuando empieza su nuevo periodo.