El inicio del Torneo Descentralizado tuvo un triste comienzo con la cancelación del partido entre UTC vs Sporting Cristal por la fecha 1 del Torneo de Verano. Un sombrío panorama que calza en la concebida mediocridad de nuestro sistema futbolístico.
En Crónica Viva en nota aparecida a comienzo de enero dábamos cuenta del periplo que hizo el ingeniero Carlos Benavides en su condición de supervisor de los estadios por encargo de la Federación Peruana de Fútbol.
En la referida publicación el ingeniero Benavides alertó que el estadio Héroes de San Ramón donde el equipo cajamarquino lo utiliza para sus partidos de local, no pasó la prueba de suficiencia.
Un mes tuvo la dirigencia del UTC para buscar un escenario a sabiendas que el Mansiche de Trujillo, su estadio alterno, tampoco está en condiciones de albergar partidos de la división profesional.
De este modo, debido a una dirigencia insolvente, el campeonato peruano desparrama desconsuelo que nada bien le hace a la selección peruana que clasificó al Mundial de Rusia 2018.
En el mundo dirán de qué está hecho el campeonato peruano que no pueden sostener un certamen bien hecho, con la excelencia de otras ligas que no tienen estos tropiezos tan elementales como tener un estadio en condiciones para darse inicio al campeonato.
Está visto que la clasificación mundialista no es reflejo de una buena organización sino la desvalida criatura que creció con la piadosa mano de la buena fortuna y el trabajo de un técnico que salvó los obstáculos para lograr la presencia peruana en el Mundial de Rusia 2018.
No es de ahora lo sucedido en el WO de UTC ante Sporting Cristal. El problema es de años pero acaso el defectuoso campeonato no mueve las fibras de una dirigencia pusilánime que no da la talla al lado de una clasificación a un mundial.
Se podrá hacer todas las enmiendas posibles pero no podrá borrarse este bochorno de un inicio triste de temporada en un año en que el Mundial abre sus puertas al fútbol peruano. (Hugo Laredo Medina).
Descentralizado 2018: Mal estado de las canchas es dolor de cabeza de la ADFP