MÉXICO.- El administrador interino de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, DEA, Robert W. Patterson, negó que un muro en la frontera con México acabe con el tráfico de drogas, como planteó el presidente Donald Trump en su discurso del Estado de la Unión.
En rueda de prensa durante su visita a la Ciudad de México, Patterson, quien tiene una carrera de 30 años en la DEA, reconoció que los esfuerzos en seguridad fronteriza son valiosos, pero insuficientes para lidiar con este problema que en gran medida tiene que ver con la amplia demanda estadounidense.
“Sé que los carteles son ingeniosos y que seguirán buscando maneras. Creo que los esfuerzos en la frontera valen la pena; es mejor tener algo a no tener nada. Sin embargo, no creo en su posicionamiento (del presidente Trump), respecto a que con el muro se termine el problema de las drogas”, comentó.
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“Esta no es una cosa fácil de arreglar. Si hubiera dos o tres respuestas para solucionar este problema, entonces yo debería de ser despedido, hay miles de cosas que necesitan ser abordadas”, insistió.
El jefe de la DEA explicó que cuando dos países como México y Estados Unidos comparten información para desmantelar a las organizaciones criminales, lo deben hacer “al 100 por ciento y de manera recíproca”, a fin de que se mueva en ambas direcciones.
Para Patterson, los funcionarios que se involucran en el tráfico de drogas son peores que los narcotraficantes.
Robert W. Patterson, administrador interino de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, DEA,durante su visita a México.
Al preguntarle sobre funcionarios mexicanos como el exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia, quien enfrenta tres cargos por tráfico de droga en Estados Unidos, o el exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, cuyos excolaboradores están siendo investigados por narcotráfico, Patterson se negó a comentar casos específicos, pero ahondó en la problemática de la corrupción que afecta a México y otros países.
“Esas personas son tan responsables como quienes mueven una carga de cocaína del punto A al punto B. No reciben un trato diferente, no deberían tener beneficios especiales, de hecho voy a ir un paso más allá y diré que las personas en puestos públicos de confianza y que violan esto son mucho peores que los propios infractores, porque los ciudadanos de nuestros países deben poder confiar en el sistema”, subrayó el funcionario de la DEA.
Consideró que la cooperación entre Estados Unidos y México en materia de combate al narcotráfico es sólida y lo seguirá siendo después del cambio de gobierno en el país azteca en 2018, ya que es institucional.
Añadió que la DEA no trabaja enfocada en perseguir a los líderes de los carteles, ya que remover a las cabezas siempre deja un vacío que llena alguien más o que toma otra organización y además genera violencia y otros efectos perniciosos. Por el contrario, indicó, se concentra en investigar a los grupos criminales. (ECHA- Agencias)