BUENOS AIRES (Argentina).- Los cientos de peces que murieron durante los últimos días en ríos argentinos lo hicieron por el descenso de los niveles de oxígeno en el agua, después de que el caudal de los ríos creciera de manera repentina, según un informe revelado hoy por el gobierno de la provincia de Santa Fe (centro).
El informe dictaminó que la crecida del agua en algunos ríos santafesinos arrastró consigo «materia orgánica» perteneciente a lagunas, que con el agravante de las altas temperatura entraron en descomposición y disminuyeron «aún más» los niveles de oxígeno.
Varios vecinos de Santa Fe publicaron vídeos en redes sociales durante la última semana en los que aparecían muertos diversos tipos de peces, algo que llevó al gobierno de la provincia a elaborar el informe.
El incidente se produjo en los ríos poco profundos, mientras que los caudales principales permanecieron en buenas condiciones.
El director de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria, Eduardo Elizalde, desaconsejó en un comunicado el consumo de los peces que murieron en esas circunstancias, ya que pueden significar «un grave riesgo para la salud».
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